PISA es el programa de la OCDE para la evaluación internacional de estudiantes. Mide la capacidad de los jóvenes de 15 años para usar sus conocimientos y habilidades en lectura, matemáticas y ciencias.

México sería el único país de 87 que abandonaría el mecanismo en el que participa desde el año 2000.

En la prueba de 2018, los estudiantes mexicanos obtuvieron un puntaje bajo en lectura, matemáticas y ciencias.

Según el examen del Programa para la Evaluación Internacional de los Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés), el rendimiento medio en esos rubros se mantuvo prácticamente igual que en los últimos 12 años.

Sólo el uno por ciento de los alumnos obtuvo un desempeño en los niveles de competencia más altos (nivel 5 o 6) en al menos un área (Promedio OCDE: 16%), y el 35% de los estudiantes no obtuvo un nivel mínimo de competencia (Nivel 2) en las 3 áreas (promedio OCDE:13%).

Los estudiantes con nivel socioeconómico más alto en México superaron en 81 puntos a los de niveles socioeconómicos bajos en la prueba de lectura.

A lo largo de dos sexenios (2006-2018), el País avanzó de 410 a 420 en lectura, en matemáticas de 406 a 409, y en ciencias de 410 a 419.

Tras difundirse los resultados de 2018, el entonces Secretario de Educación, Esteban Moctezuma, señaló que la OCDE era “el club de los países ricos del mundo” y pidió que no se compararan los resultados educativos que México obtuvo en la prueba con naciones con altos índices de desarrollo, sino con los de naciones pares.

El Instituto Mexicano para la Competitividad apuntó que, de acuerdo con el Inegi, el 59 por ciento de las personas opina que con las clases a distancia se aprende menos que de manera presencial. Por ello, consideró necesario saber cuánto avanzaron los estudiantes en áreas fundamentales como lenguaje, matemáticas y ciencia.

Asimismo, señaló que con la evidencia de PISA se pueden tomar decisiones de política pública para mejorar el desempeño de los alumnos, escuelas y el País.