4 DÉCADAS DE PRIVILEGIOS

El Opus Dei fue fundado en España por San Josemaría Escrivá de Balaguer en 1928. Era la única prelatura personal que existía en la Iglesia católica.

La prelatura personal es una circunscripción eclesiástica erigida por la Santa Sede para la atención de peculiares obras pastorales o misionales.

Son similares a las Diócesis, solo que su jurisdicción no es territorial sino personal, es decir, su jurisdicción y misión se delimitan por un criterio personal y no de territorio y es complementaria de las iglesias locales.

(Imagen tomada de opusdei.org)

En 1982, el Papa y ahora santo Juan Pablo II, al inicio de su pontificado, elevó al Opus Dei, del latín Obra de Dios, al grado de prelatura personal, con lo que les dotó de autonomía y no estaban obligados a rendir cuentas e incluso, al igual que en las Diócesis, el prelado de más alto rango podía ordenar sacerdotes.

EL COMPROMISO DEL PAPA FRANCISCO

El pasado 22 de julio, el Vaticano publicó un Motu Proprio, o documento papal, titulado “Ad charisma tuendum”, que en latín significa “Para tutelar el carisma”, con el que se modificaron algunos artículos de la Constitución Apostólica Ut sit para adaptarlos a la normativa de la reciente Constitución Apostólica Praedicate Evangelium sobre la Curia romana.

Con eso se concretó el compromiso que hizo el Papa Francisco en 2013. En ese año, en el marco de la renuncia de Benedicto XVI, los cardenales electores pidieron a Francisco en las asambleas precónclave, reformar la curia.

SACUDIR LOS POLVOS IMPERIALES

A decir del analista religioso Bernardo Barranco, el Opus Dei, presente en 68 países, con labor estable en México desde 1949, cargaba con “leyendas negras” por su forma opaca de operar.

“Estamos hablando del 2013, el primer mandato que le plantea quien salga es reformar la curia, una curia caprichosa, una curia de privilegios, una curia de sed de poder. Y lo que hace Francisco durante 8 años es estudiar, analizar la reforma de la curia”, refirió Barranco.

“Es decir; Francisco sacude esos polvos imperiales de los grandes monseñores que habitan en el Vaticano. Ahí es desde donde tenemos que entender“.

LOS CAMBIOS

Al entrar en vigor la reforma, el prelado o máximo representante del Opus Dei, actualmente Fernando Ocáriz, ya no tendrá el rango de obispo ni tendrá permitido portar los ropajes ni el anillo episcopales.

Mantendrá la relación con los obispos, pero ahora no de forma autónoma, y al ser considerado un sacerdote deberá reportarse con los líderes religiosos a nivel local, e informar a las autoridades católicas sobre finanzas y acciones.

De hecho, cada año el Opus Dei deberá presentar ese informe sobre su prelatura y el desarrollo de su labor apostólica en el mundo.

ASUME EL OPUS DEI

Fernando Ocáriz, prelado del Opus Dei, afirmó que se aceptaría lo estipulado en el Motu Proprio del Papa Francisco.

“Se trata de una concreción de la decisión del Santo Padre de encuadrar la figura de las prelaturas personales en el Dicasterio del Clero, que aceptamos filialmente”, comunicó.

La ordenación episcopal del prelado no era ni es necesaria para la guía del Opus Dei. La voluntad del Papa de subrayar ahora la dimensión carismática de la Obra nos invita a reforzar el ambiente de familia, de cariño y confianza: el prelado ha de ser guía, pero, ante todo, padre".