MUERTES POR COVID

China informó sólo siete muertes por covid en lo que va de semana, pero los informes de crematorios y funerarias abarrotados han generado preocupaciones sobre la precisión de los datos del gobierno. Se han formado filas de personas en los hospitales.

Los crematorios sufren para gestionar la llegada de cadáveres mientras el país combate un aumento de casos que las autoridades ya consideran imposible de rastrear.

Desde el noreste al suroeste, trabajadores de crematorios de todo el país dijeron a AFP que no dan abasto ante el incremento de muertes.

En Chongqing, una ciudad de 30 millones cuyas autoridades pidieron esta semana a las personas con síntomas leves ir a trabajar, un empleado dijo a la AFP que su crematorio se había quedado sin espacio para almacenar cadáveres.

“El número de cuerpos aumentó en días recientes”, dijo esta persona sin dar su nombre.

Otra incineradora en la ciudad también estaba “extremadamente ocupada”. “Es tres o cuatro veces más que en años anteriores, estamos quemando unos 40 cadáveres al día cuando antes era solo una docena”, dijo un trabajador.

 

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muertes se han registrado por el Gobierno desde el 8 de noviembre.

TEMEN ESCASEZ DE TRABAJADORES


Varios Gobiernos locales en China alentaron a las personas con casos leves de coronavirus a ir a trabajar esta semana, otra señal de la dificultad que enfrenta el país a medida que la reversión de las medidas de contención del virus desencadena una ola de infecciones y un número creciente de muertes.

La ciudad de Guiyang, en la provincia sureña de Guizhou, propuso que las personas infectadas con pocos o ningún síntoma vayan a trabajar en varios sectores, incluidas oficinas gubernamentales, empresas estatales, trabajadores médicos, de salud y de emergencia y aquellos en entregas urgentes y supermercados.

Eso es un cambio radical respecto de hace solo unas semanas, cuando la política de China era aislar a cualquier persona infectada en un hospital o instalación administrada por el Gobierno.

El anuncio del martes siguió a otros similares de Wuhu y Chongqing a principios de esta semana. Los movimientos parecen ser en respuesta a la escasez de trabajadores que ha afectado la atención médica y las entregas de alimentos.

También reflejan la dificultad que enfrentan los funcionarios para tratar de revivir una economía que quedó estrangulada por las restricciones pandémicas y ha tardado en reactivarse porque los empleados se están enfermando.

POCOS MEDICAMENTOS

A medida que el covid arrasa partes de China, millones de chinos luchan por encontrar tratamiento, desde los remedios para el resfriado más básicos para llevar a casa hasta antivirales más potentes para los pacientes en los hospitales.

La escasez de suministros destaca cuán rápido, y al azar, China revirtió el rumbo al abandonar sus estrictas políticas de “Cero Covid” hace unas dos semanas.

Cuando la demanda de medicamentos para reducir la fiebre cuadruplicó con creces el precio del ibuprofeno, una ciudad en el este de China comenzó a racionar las ventas vendiendo las pastillas individualmente.

Cuando una popular farmacia china en línea ofreció el medicamento antiviral Paxlovid, se agotó en cuestión de horas.

Y cuando la noticia de la escasez de medicamentos en China llegó a amigos y familiares en Hong Kong y Taiwán, rápidamente compraron grandes cantidades de medicamentos a los vendedores locales para enviarlos al país asiático.

El latigazo del cambio ha tomado por sorpresa a los hospitales, clínicas y farmacias del país. En muchas ciudades, las farmacias han agotado los medicamentos más comunes para la fiebre y el resfriado.

Muchos centros de salud no estaban preparados para la avalancha de demanda de los pacientes después de que se les avisara poco o nada sobre la necesidad de almacenar medicamentos. La escasez está alimentando la ira y la ansiedad entre los chinos, a quienes hasta hace poco el gobierno les había advertido que una propagación descontrolada de Covid sería devastadora.

 En tanto, ciudades de todo el país se apresuran a instalar camas de hospital y construir clínicas de detección de fiebre.