LOS NIÑOS

Los niños viajaban en un avión monomotor Cessna 206 que se precipitó a tierra en el departamento del Caquetá, cuando cubría la ruta entre Araracuara, en el departamento del Amazonas, y la ciudad de San José del Guaviare.

La aeronave, con siete ocupantes, se declaró en emergencia en horas de la mañana del primero de mayo, por una aparente falla en el motor.

Los tres adultos que viajaban en el avión, incluido el piloto, murieron y sus cuerpos fueron encontrados en el interior de la aeronave, aunque los cuatro menores de 13, 9 y 4 años, así como un bebé de 11 meses, al parecer sobrevivieron al impacto.

Las autoridades no han informado las razones del vuelo de la familia aborigen. Según la prensa local el séptimo pasajero era un líder de esa comunidad. En esa región de difícil acceso por río y sin carreteras los pobladores suelen viajar en vuelos privados.

Según la Organización Indígena de Colombia (ONIC), los huitotos viven en “armonía” con las condiciones hostiles de la Amazonía y conservan tradiciones como la caza, la pesca y la recolección de frutos silvestres.

Las informaciones preliminares de la Aeronáutica Civil, que coordina las labores de rescate en forma ininterrumpida pese a las dificultades climáticas, indican que los niños salieron del avión y comenzaron a caminar en busca de ayuda en medio de la selva.

Los rescatistas, que cuentan con el apoyo de perros entrenados en búsqueda y rescate, han encontrado rastros de frutas que al parecer han comido los niños para sobrevivir y de improvisados albergues elaborados con vegetación en medio de la jungla.

LA CONFUSIÓN DE PETRO

El Presidente de Colombia, Gustavo Petro, se retractó este jueves de su anuncio sobre el rescate de los cuatro niños indígenas en la selva.

El Mandatario aseguró que la búsqueda de los menores continúa y “lamentó lo sucedido”.

“La información entregada por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) no ha podido ser confirmada. Lamento lo sucedido”, dijo Petro en su cuenta de Twitter, en la que borró un mensaje del miércoles en la tarde reportando el rescate con vida de los cuatro niños.

“Las Fuerzas Militares y las comunidades indígenas continuarán en su búsqueda incansable para darle al país la noticia que está esperando. En este momento no hay otra prioridad diferente a la de avanzar con la búsqueda hasta encontrarlos. La vida de los niños es lo más importante”.

De acuerdo el estatal ICBF, encargado de velar por los derechos de los menores, el miércoles recibieron “información proveniente de territorio que asegura el contacto con los cuatro niños” y que además el reporte indicó que “habían sido hallados con vida y que también gozan de buen estado de salud”.

“Sin embargo, las Fuerzas Militares aún no han podido establecer contacto oficialmente debido a las difíciles condiciones meteorológicas y a las dificultades del terreno, por lo que, de manera incansable, continúan con las labores de búsqueda”, matizó la entidad en un comunicado.

LA BÚSQUEDA

Aviones y helicópteros de la Fuerza Aérea y del Ejército participan en la operación de búsqueda y rescate y envían mensajes con potentes parlantes a los niños en su lengua indígena materna para tratar de ubicarlos.

Más de 100 soldados con perros rastreadores siguen la pista de los menores y caminan por la selva entre los departamentos sureños de Guaviare y Caquetá, donde quedó la avioneta con la parte frontal destruida.

Durante las operaciones de rescate los soldados habían encontrado un “refugio construido de manera improvisada con palos y ramas”, por lo que sospechaban que por lo menos hay un sobreviviente.

Unas tijeras, ligas de cabello, zapatos, ropa y un biberón ubicados en medio de ramas de la selva sirvieron como indicio para los uniformados.

Pero árboles gigantescos de hasta 40 metros, animales salvajes y fuertes lluvias dificultaban la búsqueda.