La llamada “Isla de los Dioses” siempre enamora a quien la visita.
Esta ínsula de Indonesia siempre ha sido considerada como un festín sensorial donde divinidades y mortales conviven entre bailes, altares y ofrendas. Además de conocer la nutrida cultura, de admirar las danzas y la devoción con la que los balineses entregan ofrendas a cada uno de sus dioses, quienes visitan Bali hallan hoteles, spas y restaurantes que rinden culto a la sensualidad y al amor.
Los aromas que se perciben, el ir y venir de las motos, la lluvia que cae repentina, la música, los templos y esos ojos de las balinesas que parecen bailar apenas se les mira… hace que más de uno caiga enamorado para siempre de este destino.