¿QUIÉN ERA CHARLIE WATTS?
Charles Robert Watts nació en Londres el 2 de junio de 1941; su madre era trabajadora de una fábrica y su padre, un conductor británico de trenes. Watts aprendió a tocar la batería cuando era adolescente, inspirado por los “Walking Shoes”, del Gerry Mulligan Quartet.
Su amor por el jazz hizo que, al poco tiempo, empezara a tocar este género en clubes nocturnos de Londres, hasta que el 12 de enero de 1963 realizó su primer show con los Rolling Stones en el Ealing Blues Club.
Watts permanecería en el escenario junto a Mick Jagger, Keith Richards, Ronnie Wood, Brian Jones, Ian Stewart, Bill Wyman, Mick Taylor y otros artistas que desfilaron por la banda durante más de 50 años, lanzando casi dos docenas de álbumes de estudio en el último medio siglo y consolidando su lugar como una leyenda indiscutible del rock and roll.
Su toque ligero, sentido rítmico singular y entrega impecable, como se escucha en canciones clásicas del grupo como “Paint It, Black”, “Gimme Shelter” y “Brown Sugar”, lo convirtieron en el motor que impulsaba la música de los Stones y en uno de los bateristas más famosos y respetados de todos los tiempos.
En 2006, Watts fue ingresado al Modern Drummer Hall of Fame, al lado de colegas como Ringo Starr, Keith Moon, Steve Gadd y Buddy Rich, y en 2016 ocupó el puesto número 12 de la lista de los “100 Mejores Bateristas de Todos los Tiempos”, de la revista Rolling Stone.
TODO UN TIPAZO
El más tranquilo de los Rolling Stones también brilló por su talento alterno a las actividades de la banda, así como por poseer una personalidad muy alejada a la de sus compañeros.
ÍCONO FASHION
Siempre será recordado por su impecable sentido del vestir, por el que la revista Vanity Fair lo eligió en 2006 para ingresar a su Salón de la Fama de la Lista Internacional de los Mejor Vestidos. Asimismo, gracias a su extenso guardarropa, repleto de prendas elegantes y trajes hechos a la medida, hizo que el periódico británico The Daily Telegraph lo nombrara uno de los hombres mejor vestidos del mundo en varias ocasiones.
MARIDO FIEL
Contrario a sus compañeros de banda, fiesteros y amantes de los excesos, Watts siempre se mantuvo fiel a Shirley Shepherd, su esposa desde 1964. Cuando no andaba de gira o tocaba algún instrumento, el rockero y su mujer disfrutaban de su granja de caballos árabes, una aldea rural al oeste de Devon, al sur de Inglaterra. La pareja tiene una hija, Serafina (en foto, junto a sus padres), y una nieta, Charlotte. El hijastro de Watts, Dylan, reside en el sur de Boston.
LLENO DE PAZ
De nueva cuenta, algo que distinguió a Watts es que, con todo y que sí llegó a reventarse junto a Jagger, Richards y el resto de la banda, él a menudo parecía desinteresado en las giras y el desenfreno. Su breve batalla contra las drogas y el alcohol a mediados de los 80, por ejemplo, siempre la mantuvo privada.
FAN DEL JAZZ
Fanático del jazz, Charlie fue un ávido coleccionista de música y memorabilia de este género desde temprana edad. Algunos de sus artistas favoritos eran Miles Davis, Dexter Gordon y Charlie Parker. Tocó en grupos de jazz hasta 1962, cuando comenzó a dividir su tiempo entre actuar en Blues Incorporated, de Alexis Korner, y trabajar como diseñador gráfico de una agencia de publicidad.
PROYECTO ALTERNO
Fuera del trabajo diario con los Stones, el británico tocó jazz toda su vida de forma alterna. En 1986 debutó con la Charlie Watts Orchestra, conformada por 32 integrantes, en su mayoría jazzistas británicos contemporáneos. En 1991, ya con el Charlie Watts Quintet, lanzó From One Charlie …, un homenaje a Charlie Parker, su ídolo, y que incluía un libro infantil escrito e ilustrado por él mismo, una rareza llamada “Ode to a Highflying Bird”.
NO FUE EL PRIMERO...
Por si no lo sabías, Watts no fue el primer baterista de los Stones. La banda tocó su primer concierto en 1962 con la alineación conformada por el cantante Mick Jagger, el pianista Ian Stewart, los guitarristas Keith Richards y Brian Jones, el bajista Dick Taylor y el baterista Mick Avory. A los pocos meses de que este último saliera del grupo, Watts entró y tocó en su primer concierto con los Stones el 12 de enero de 1963. Su primer sencillo, una versión de “Come On”, de Chuck Berry, fue lanzado en junio de 1963.
DE VENA ARTÍSTICA
Además de su increíble manejo de la batería, Watts también usó sus habilidades como diseñador gráfico del arte y portadas de varios de los primeros discos de los Rolling Stones, como la carátula del disco Between the Buttons. Además, con Jagger diseñó algunos de los elaborados escenarios para sus giras, contribuyendo primero a la estructura en forma de loto del “Tour of the Americas”, de 1975; el “Steel Wheels/Urban Jungle Tour”, de 1989 a 1990; el “Bridges to Babylon Tour”, de 1997 a 1998; el “Licks Tour”, de 2002 a 2003, y el “A Bigger Bang Tour”, de 2005 a 2007.
BATALLA CON SU SALUD
En junio de 2004, Watts fue diagnosticado con cáncer de garganta, mismo que fue tratado y entró en remisión, lo que pareció traer una energía renovada a los Stones. Fue hasta el pasado 5 de agosto de 2021 que se informó que el rockero había optado por no participar en la reanudación del “No Filter Tour” por Estados Unidos debido a un procedimiento médico no especificado. En esos día se informó que Steve Jordan lo reemplazaría temporalmente en la batería del grupo.
¡A ROMPERLA, MAESTRO!
Seleccionar las mejores canciones de los Stones como grupo suena a sacrilegio, lo sabemos, cosa que ya no resulta tan difícil cuando separamos el trabajo de cada uno de los integrantes. Es así que, de acuerdo con varios críticos y fans, te presentamos las que bien podrían ser las rolas donde más destaca la brillantez de Watts.
"(I Can't Get No) Satisfaction" (1965)
El primer éxito rotundo de los Rolling Stones es mundialmente celebrado por su riff de guitarra, pero no olvidemos la contribución de Watts al clásico: los golpes muy al estilo R&B, matizados con algunos breves rellenos a la mezcla, hacen que, aunque de manera sutil, sea él quien realmente lidere la carga del coro.
"Get Off of My Cloud" (1965)
En este, el segundo hit número 1 de los Stones, Watts domina totalmente la melodía, que muestra una estructura de batería muy poco convencional. Básicamente reproduce un mismo patrón estruendoso durante toda la duración de la rola, sin romper nunca el ritmo ni una sola vez.
"Tumbling Dice" (1972)
Como en “Beast of Burden”, el sencillo principal del que para mucho es el mejor álbum de los Stones comienza con un toque de guitarra agudo pero fluido de Keith Richards. Pero luego Watts entra en la canción casi sin ser percibido, de una manera muy elegante, aferrándose al inicio y al final de cada verso.
"Paint It, Black" (1966)
De entre todos los instrumentos tan disímiles que escuchamos en la canción, la batería de Watts se las arregla para destacar en este clásico de los Stones. Y es que se aleja un poco de su estilo sutil y preciso para desenfrenarse como sus compañeros, golpeando y haciendo rugir su batería por toda la pista musical.
"Honky Tonk Women" (1969)
Todos recuerdan “(Don’t Fear) The Reaper”, de Blue Oyster Cult, como la máxima rola que incorpora un cencerro en su melodía. Pero para los amantes de los Stones, ese reconocimiento se lo lleva “Honky Tonk Women”. Y aunque Watts no golpea este metal al inicio, sí brilla durante todos los versos, interludios y demás partes del tema. Grande, Watts.