La captura de Gerardo Treviño pone fin a la dinastía criminal que fue liderada por sus tíos Miguel Ángel Treviño Morales, el “Z-40” y Omar Treviño Morales, el “Z-42”, ex capos de los zetas que encabezaron la narcoguerra en Nuevo León de 2010 a 2012.

Esta es la segunda ocasión que capo enfrenta la justicia.

La primera vez fue cuando agentes ministeriales lo detuvieron en Monterrey el 12 de junio de 2012.

En esa ocasión fue liberado por motivos que no se revelaron.

“El Huevo” operaba desde Nuevo Laredo y desde ahí emprendía sus ofensivas para controlar otros territorios como Piedras Negras, Coahuila y más recientemente el estado de Morelos.

Inició su ascenso en la organización criminal tras la detención del “Z-40” en Anáhuac, Nuevo León, en julio de 2013, y del “Z-42”, en una residencia de San Pedro, en 2015.

La captura de los dos últimos capos de los zetas fragmentó la organización y el cártel se dividió en varias fracciones.

En 2015, “El Huevo” fundó El Cartel del Noreste y su brazo armado La Tropa del Infierno, esta última encargada de ejecutar a rivales y disputar las plazas estratégicas para el Cártel.

En 2021, Treviño pactó una alianza con “El Chapo Isidro”, líder del Cártel los Beltrán Leyva, antiguo socio de los zetas.

La coalición criminal se formó para impedir la entrada a Tamaulipas del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), lo que ha provocado enfrentamientos en los últimos meses.

La detención de Juan Gerardo Treviño Chavez ‘El Huevo’, causó terror en la frontera con Estados Unidos por ataques del crimen organizado en vía pública.

Este 15 de marzo, el narcotraficante fue trasladado a Estados Unidos por el Puente Internacional de Tijuana, en medio de un operativo de alta seguridad.