La organización estuvo involucrada en el caso Tajamar en 2015-2018, relacionado con la protección de los manglares, y ha dado seguimiento a casos similares en otras zonas de Quintana Roo.
“La sentencia de Tajamar define el interés legítimo, menciona los principios del derecho al medio ambiente sano, no considera la devastación del manglar como un acto consumado (las autoridades así quisieron tomar), confirma que el bien común está sobre la propiedad privada y obliga a que se restaure el manglar”, resume en su página de internet.