ATAQUE DE BOLSONARISTAS

La mayor economía de América Latina se tambalea por las secuelas de los esfuerzos de los partidarios de Jair Bolsonaro para reinstalarlo en el poder, que incluyeron destrozos en oficinas gubernamentales, rotura de ventanas y destrucción de obras de arte.

Al igual que los alborotadores que irrumpieron en el Capitolio de Estados Unidos en 2021 en apoyo de Donald Trump, los aliados del ex Presidente están convencidos de que el fraude electoral le impidió ganar la reelección en la votación de octubre que perdió frente a Luiz Inácio Lula da Silva.

Algunos de los mayores patrocinadores financieros de la campaña de Bolsonaro para 2022 repudiaron los hechos de violencia del domingo, entre ellos el magnate de la agroindustria Hugo de Carvalho Ribeiro, el abogado y predicador Fabiano Zettel y Luciano Hang, el multimillonario propietario de la cadena de tiendas departamentales Havan.

Bolsonaro, un populista ex capitán del Ejército que asombró a los analistas políticos cuando ganó la presidencia en 2018, se apoyó en una red de patrocinadores individuales, tanto grandes como pequeños, para tratar de aferrarse a su cargo el año pasado.

La mayor parte del apoyo financiero de su campaña provino del poderoso sector agrícola. Brasil es el mayor exportador mundial de soja, carne de vacuno, café y azúcar, y el sector representa alrededor del 25 por ciento del producto interior bruto.

Zettel, socio de un bufete de abogados de São Paulo centrado en el sector financiero y el mayor donante individual de la campaña de Bolsonaro para 2022, trató de desmarcarse de los disturbios.

“Los resultados de la votación deben ser honrados, la democracia defendida por todos nosotros”, dijo en una respuesta enviada por correo electrónico a las preguntas de Bloomberg News. 

Hang también criticó la violencia del 8 de enero.”Nunca respaldé ni respaldaría actos de violencia y vandalismo”, dijo en un correo electrónico en respuesta a preguntas. “No doné, participé ni fomenté ningún acto antidemocrático, ni actué contra la propiedad pública. Repudio todo lo que se hizo el domingo”.

FINANCIAMIENTO ANTIDEMOCRÁTICO

Las autoridades están investigando posibles vínculos entre los manifestantes y algunos miembros del enorme sector agrícola de Brasil, un patrocinador financiero clave de Jair Bolsonaro, pero el Ministro de Justicia, Flavio Dino, dijo que es demasiado pronto para decir quién financió los disturbios.

Los fiscales “no se detendrán en las personas detenidas en el lugar”, dijo Dino. “Escalaremos esta investigación tanto como sea posible, hasta las altas esferas que dirigieron el terrorismo en Brasil”.

Los agricultores de Brasil, al igual que los de EU, tienden a inclinarse hacia el conservadurismo y se alinean con la fe religiosa y los valores familiares declarados por Bolsonaro. También aprecian su voluntad de defender sus prioridades por encima de las preocupaciones medioambientales, especialmente en la Amazonía.

Ribeiro, miembro de la extensa familia Maggi, una de las mayores terratenientes de Brasil, fue el tercer mayor donante de la campaña presidencial de Bolsonaro el año pasado.

CERCANOS A BOLSONARO

El juez del Supremo Tribunal Federal Alexandre de Moraes emitió una orden de arresto contra el ex Ministro de Justicia de Bolsonaro, Anderson Torres, quien se convirtió en el jefe de seguridad pública de Brasilia después de que Lula asumió el cargo el 1 de enero.

Torres fue despedido por su incapacidad para detener las protestas del domingo (8/01/23) y la orden de arresto citaba connivencia con los manifestantes, que marcharon hacia el centro de la capital sin obstáculos y, de hecho, escoltados por coches de la Policía.

Torres no se encontraba en la ciudad durante los disturbios, ya que había volado a Florida a principios de mes. El martes dijo en Twitter que regresaría a Brasil desde Orlando, donde estaba de vacaciones con su familia, y se entregaría a la justicia.

El juez Moraes también solicitó la detención de Fabio Augusto Vieira, jefe de la policía militar de Brasilia, uno de los responsables de la protección de los principales edificios gubernamentales de Brasilia.