Roberta Vallina

CHIHUAHUA

Roberta Vallina es originaria de Chihuahua y tomó la decisión de vivir en la Ciudad de México para estudiar Diseño Industrial en la Universidad Iberoamericana, a la par, se convirtió en joyera y, previo a la pandemia, regresó a su estado natal para abrir una tienda, sin imaginar que ya no volvería.

Su determinación se debió a que ya se había graduado y encontró más oportunidades en su hogar, además, confiesa que la calidad de vida y estar cerca de la naturaleza le inyectan energía cada día.

“El ritmo es muy distinto y la verdad es que prefiero escaparme un fin de semana a un rancho y conectar con la vida silvestre, que cualquier otro plan. Aquí volví a armar mi rutina y, aunque extraño, me encanta”, contó la diseñadora de joyería.

Los beneficios

+ Convivir con los animales y estar en un ambiente libre.

+ Debido a que no hay tráfico, hace 15 minutos para cruzar la ciudad.

+ Pese a que no hay tanta variedad en restaurantes, la carne es de la mejor calidad, pues es representativa  del lugar y lo que más disfruta comer.

+ La tranquilidad para ella es un plus, ya que en la Ciudad vivía estresada y ahora está en paz.

+ Ver grandes paisajes todos los días.

“Me encantan los animales y al noroeste del estado tenemos una reserva de venados y borregos cimarrón, éstos últimos se extinguieron de la zona a finales de la década de los 50, pero, en los 80, mi papá, José Antonio Vallina, compró un rancho para volver a introducirlos y me fascina estar involucrada en eso”.

Amanda Rosa

CANCÚN

El sueño de Amanda Rosa siempre fue vivir en la playa, pero, por una u otra razón, cambiaba de prioridad hasta el inicio de esta pandemia, pues cansada de ver a sus hijas, Antonia y Allegra, todo el tiempo encerradas y con distracciones como dispositivos electrónicos, decidió hacer realidad su ilusión. 

Fue así que en agosto pasado, junto a sus pequeñas y su esposo, Pablo Mancuso, se fue a Cancún, donde ha encontrado libertad y recreación al natural.

“Tenemos jardín, piscina, estamos dentro de un fraccionamiento cerrado en el que podemos andar en bici y un lago en el que hacemos kayak en las tardes. No creo que sea nuestra ciudad para siempre, pero es una gran opción para nosotros en este momento, en el que todo lo hacemos desde casa”, compartió la mommy blogger.

Los beneficios

+ Hay naturaleza en todas partes.

+ El espacio es ideal para la gente que habita aquí, por lo que no hay aglomeraciones.

+ Se siente segura en cualquier playa o espacio.

+ Aunque se considera fanática de la Ciudad de México, prefiere llevar a sus hijas a pasear a un cenote, una playa pública o algún lugar con naturaleza.

+ Ve la puesta de Sol todos los días, un espectáculo que no tiene precio para ella.

“Pablo y yo ya hacíamos home office, así que no teníamos ningún problema en irnos de la Ciudad, además, estamos acostumbrados a los cambios. Encontramos un lugar para vivir divino y un búngalo independiente para mi cuñada, quien también se quería mudar”.

Max Villegas

SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS

La historia de Maximiliano Villegas con San Cristóbal de las Casas se remonta a mucho tiempo atrás, cuando recorrió Chiapas junto a su papá y se enamoró del destino. Tiempo después, hace ocho años, el emprendedor acudió con su entonces novia, María de la Fuente, a la inauguración de un hotel en este destino y volvió a conectar con el lugar, por lo que se convirtió en su escape e, incluso, ahí se casó en noviembre de 2017.

“Siempre pensaba en qué proyecto poner aquí para venir más seguido y, en junio, se convirtió en realidad. Estoy muy agradecido con los cambios que me dio 2020, dentro de lo negativo y muchos momentos de crisis, me apareció una luz muy brillante que es este sitio”, dijo el conductor, quien se mudó con su familia para ser el director de Comunicaciones y Relaciones Públicas del Hotel b¨o.

Los beneficios

+ Es mayor la calidad de vida.

+ Conocer a las personas que ahí radican como locales, pues los describe como gente compartida e interesante.

+ Tener la cultura y gastronomía del estado alrededor.

+ Ser parte de diversos proyectos para impulsar el turismo del estado, como la creación de la plataforma Abe Travesías.

+ Ir al mercado cada 15 días y comprar los alimentos que vienen directamente de la tierra.

 

“El cambio nos trajo muchos retos, tanto profesionales como personales, pero una felicidad enorme, de estar metidos en casa a estar en un gran jardín”.

Edna Monroy

TULUM

Para Edna Monroy, tener una vida con la playa como escenario de todos los días era su mayor anhelo y, aunque en un principio pensó en realizar su sueño en Cabo San Lucas, tras conocer Tulum no dudó en que algún día ese sería su nuevo hogar.

Después de la pandemia, su forma de trabajo cambió al mundo virtual y, al contagiarse de Covid-19, en su aislamiento social tuvo tiempo para pensar en lo que quería hacer, así que en cuanto salió de la enfermedad, en agosto pasado, tomó sus cosas y se mudó. 

“Como todo, al principio es difícil adaptarse a un cambio y más tan radical, pues Tulum ni siquiera tiene calles pavimentadas, todo el día andas en chanclas, no te maquillas, no usas tacones, pero estoy feliz y ha valido la pena”, dijo la conductora y maestra de yoga.

Los beneficios

+ Hay demasiada oferta de yoga, lo cual a ella le fascina pues se dedica a impartir clases de esta disciplina.

+ Es un lugar más tranquilo, lo cual la ayudó a llevar un ritmo de vida más relajado.

+ Hay menos apego a las cosas materiales que en la Ciudad de México.

+ Visitar la playa cada que siente ganas, la llena de paz.

+ Ahí tiene oportunidad de mezclar sus trabajos, pues, además del ejercicio, se dedica a los bienes raíces.

“No sé si sea definitivo, ahorita hay un proceso de crecimiento que tengo que vivir aquí; claro que hay muchas cosas allá de trabajo, como la conducción, que aquí no puedo hacer, pero, por otro lado, hago mucho yoga, me despierto temprano y traigo un proyecto online que espero sacar pronto”.