Por lo regular, el gusto por la lectura no sucede por generación espontánea. Para que los más pequeños de casa se interesen por los libros hay que guiarlos, hacer que esta actividad se convierta en una acción lúdica, no una obligación. En este 2 de abril, que se conmemora el Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil, te damos algunos tips para que eso ocurra.

Los padres deben guiar con el ejemplo: ser lectores habituales, tener espacios para disfrutar de un rato ameno a partir de la literatura y compartir historias en voz alta con sus hijos.

“Lo primero es a partir del ejemplo, es una de las cosas más poderosas que los niños y jóvenes vean a sus papás interesados, leyendo”, aconseja Carol Johnson, experta en promoción de la lectura.

Si no es una práctica cotidiana, siempre hay una manera de iniciar en este mundo lleno de fantasía y aprendizaje. Los padres en compañía de sus hijos pueden compartir la experiencia y para iniciar pueden tomar relatos breves e ilustrados, que a ambos les parezca interesante, Una de las claves es leerlo en voz alta y comentarlo.

“Los papás podrían recomendar lecturas que para ellos hayan sido significativas y compartir con sus hijos; es una actividad que si seguramente empiezan a disfrutar los papás, es muchísimo más fácil de contagiar; en el instante en que los papás sentimos que es una obligación, así se las pasamos a los niños“, advierte Carol Johnson.

No hace falta mucho para que los chicos se enamoren de las letras. Hay que compartir historias acordes a sus edades, conducirlos en el proceso. También se aconseja que padres e hijos acudan juntos a las librerías y dejar que los pequeños elijan, no importa si son libros ilustrados, cómics o pequeñas fábulas y anécdotas.

Para que el ambiente sea propicio hay que tener espacios para que los niños puedan entrar en contacto con los libros de manera accesible y libre, se puede habilitar en casa una especie de sala de lectura familiar con muebles cómodos.