Recibir dinero en cuentas bancarias por tandas, préstamos informales o colectas escolares puede generar una contingencia fiscal, incluso si el dinero no es propio.

Así lo advirtió Maricela Rodríguez Servín, socia de Shutz Consultores, al explicar que todas las cuentas bancarias son susceptibles de ser fiscalizadas por el Servicio de Administración Tributaria (SAT), y que los depósitos en efectivo por más de 15 mil pesos al mes son reportados automáticamente por los bancos.

“No prestar nuestras cuentas bancarias ni para la tanda, ni para la escuela, ni para que un tercero me deposite porque no tiene cuenta bancaria y solo ahí le pueden pagar”, recomendó la especialista.

Entre los casos más comunes que pueden derivar en una observación del SAT están las tandas organizadas entre amigos o compañeros de oficina, y las cuentas de padres de familia que reciben cuotas para eventos escolares.

Aunque quienes manejan estos recursos no obtienen beneficio económico, pueden recibir requerimientos si no hay documentos que acrediten el origen y destino del dinero.

Otro escenario frecuente es la venta de autos entre particulares. Cuando no se emite una factura ni se elabora un contrato de compraventa, y el pago se hace en efectivo, puede haber sanciones por omitir impuestos o violar la Ley Federal para la Prevención e Identificación de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita.

 Dicha ley prohíbe el uso de efectivo en montos mayores a 363 mil pesos para operaciones como la compraventa de vehículos.

“Hoy con la infraestructura, la inteligencia artificial y los sistemas le cuesta lo mismo el requerir a una persona que le debe 5 mil pesos que a una que le debe millones”, explicó Rodríguez Servín.

También pueden surgir discrepancias fiscales si se usan tarjetas de crédito prestadas o se gasta más de lo que se declara como ingreso. En este sentido, la recomendación es documentar cualquier operación: desde préstamos entre familiares hasta depósitos de ayuda económica o pagos por ventas.

Contar con un contrato firmado ante notario y emitir facturas son mecanismos útiles para respaldar que un ingreso no es acumulable o que no genera impuestos. La especialista sugirió además llevar un control personal de ingresos en una hoja de cálculo y consultar con un contador antes de realizar operaciones significativas.

La falta de documentación puede derivar en pagos de impuesto sobre la renta, IVA, recargos, actualizaciones y multas, además de sanciones por incumplir la llamada “ley antilavado”.

Rodríguez Servín concluyó que la mejor forma de prevenir estos problemas es evitar que dinero ajeno entre a cuentas personales y mantener soporte documental de cada ingreso bancario, sin asumir que por tratarse de operaciones entre conocidos se está fuera del radar del SAT.