Aunque el cafeto requiere la sombra de otros árboles para crecer, en Colima se encontraba en penumbra durante las últimas cinco décadas, debido a la situación de olvido a la que arrastró la roya y la depreciación de los granos de café, provocando incluso que los propietarios de las huertas optaran por no cosechar las bayas cuando se cotizaron en 50 centavos.

Arropado por árboles de rosa morada, mojo, plátano, nogal, parolas, higueras, mango, papelillos y más vegetación, el café a duras penas sobrevivía en las huertas de policultivo de los municipios de Comala, Manzanillo, Minatitlán, Cuauhtémoc y Villa de Álvarez hasta antes de que surgiera la red Arábica Colimota. 

Es desde el año pasado que productores, tostadores, consultores de café y otros eslabones de la caficultura se unieron para crear Arábica Colimota, una red que busca poner en alto al café de su tierra.

Estamos rescatando el material genético que ya existía en el Estado de Colima. Se trata de la variedad Typica, conocida como Criolla de Colima. Se adaptó a la región, mutando naturalmente y por eso le llamamos Typica Colimota, ya que se da muy diferente a la Typica de Veracruz o la de Chiapas.

“Somos pocos y no podemos competir en cantidad, pero estamos apostando por la calidad. La producción es muy poca debido al abandono de las plantas, que producen cerezas pequeñas, su cosecha es muy complicada porque no han tenido buen manejo de poda y hay hectáreas que no llegan ni a los 10 kilos de producción”, detalla Hugo Salazar, Maestro Tostador certificado por la Specialty Coffee Association y líder de Arábica Colimota.

Ocho productores en total forman parte del nuevo colectivo, incluyendo uno de Nayarit y otro más de Jalisco, y 50 hectáreas en total las que buscan revitalizar con un correcto manejo de cultivo y 36 mil nuevas plantas las que introducirán en el terruño este año.

“Ahora estamos haciendo manejo de tejido y toca recepar, que es cortar la planta, dejando solo 50 centímetros del tronco para que ahí crezca una nueva que tres años más tarde comenzará a producir. Hay otras áreas donde estamos poblando con planta nueva, tenemos 36 mil plantas de pura arábica para poblar alrededor de 10 hectáreas en diferentes predios con productores que forman parte de la red.

“Todas las plantas son variedades que apuntan hacia la calidad y por eso son arábicas, no traen ADN robusta. La robusta son híbridos que crecen bajo el sol, no necesitan sombra, crecen chaparros y dan mayor rendimiento pero no aportan buenas notas en taza, o sea que no son de calidad”; argumenta el también fundador del tostador Puerto Café (Manzanillo).

Notas frutales dulces, que apuntan hacia el durazno y berries maduras, y buen cuerpo es un esbozo de las tazas de café que puede lograr Arábica Colimota, la naciente red que tiene bien clara la trazabilidad y el respeto por el campo.

“Colima tiene un potencial enorme para dónde se mire, pero nuestra caficultura estuvo a punto de desaparecer por su abandono. En antaño había buena producción de café, pero llegó la roya y casi acabó con las plantaciones, la tendencia fue meter variedades resistentes, como la robusta, pero estas desgraciadamente no tienen perfil en taza para ser un café de especialidad. Se abarató el café y los productores abandonaron las plantas”, concluye.

¿Dónde lo encuentro?

  • En Puerto Café (Manzanillo).
  • Próximamente en cafeterías de GDL, como el restaurante palReal, aunque reetiquetado. 

Información: Viridiana Muñoz. Fotos: Cortesía de Gilberto Hernández (@el_peregil)