UNBOXING

Abrir cualquier producto de Sonos es una experiencia gratificante, ya que la compañía se esfuerza por minimizar el uso de herramientas para hacerlo, además de preocuparse por el medio ambiente. A diferencia de otras marcas que envuelven sus productos en plástico, en Sonos Ace encontramos una caja de cartón con el menor uso de tintas, cerrada con dos sellos de papel que se desprenden de las zonas superior e inferior.

En la caja encontramos los Sonos Ace dentro de su estuche de viaje, envueltos en una tela similar al fieltro. Más al fondo del empaque, hallamos otra cajita que contiene el manual de inicio rápido, documentación reglamentaria, un cable con extremos USB tipo C y conector de 3.5 mm, y un segundo cable con dos extremos tipo C que sirve para cargar los audífonos o conectarlos a una fuente de sonido con USB-C, como los nuevos iPhone o celulares Android.

Para ser un producto cercano a los 10 mil pesos, nos hubiera encantado que el estuche transmitiera esa vibra premium con la que llegan los audífonos, ya que se siente acartonado y propenso a estropearse con cualquier mínimo rayón. Además, el cierre podría mejorar, puesto que es muy estrecho y tiende a atorarse en su recorrido por los rieles.

A detalle: Sonos Ace
  • Diafragmas: 40 mm en cada audífono.
  • Versión de Bluetooth: 5.4.
  • Batería: 1060 mAh, hasta 30 horas de reproducción de música.
  • Audio lossless: Sound AptX en Android y conexión cableada en iPhone.
  • Micrófonos: 8 micrófonos para control de ruido y focalización de la voz.
  • Audio espacial: Dolby Atmos desde Sonos Arc y Sonos Arc SL.
  • Control de ruido: Cancelación activa de ruido.
  • Peso: 312 gramos.
  • Colores: Negro y blanco.

CONSTRUCCIÓN

Después de desvestir los audífonos de su tela, mis ojos se endulzaron al ver la construcción digna de Sonos: minimalismo de punta a punta en cada rincón del producto. En esta primera entrega, Sonos presentó dos colores: un negro azabache mate que recorre el interior y exterior de las copas, así como la diadema, salvo el tono negro metálico de la varilla que atraviesa la diadema.

El otro color es un blanco marfil que, del mismo modo, luce un tono apacible y atemporal, visible en los mismos elementos, excepto la varilla y las parrillas de los micrófonos en las zonas frontales de las tapas exteriores, donde se aprecian tonos de acero cromado. Aplaudo que Sonos haya ocultado cualquier pliegue, tanto en las zonas de los drivers como en el recorrido vertical para ajustar la diadema.

Aunque Sonos comparte esta narración visual en otros productos de su catálogo, el diseño es muy parecido a lo que han entregado Apple, Sony y Sennheiser en los modelos WH-1000XM5, AirPods Max y Momentum 4, respectivamente. Está clara la intención de Sonos de atraer la atención de los seguidores de esas marcas apostando por un diseño similar.

Hablando del cuerpo y los elementos que lo componen, los audífonos son ‘Over-Ear‘, es decir, del tipo que cubren por completo las orejas, proporcionando una cancelación pasiva de ruido.

Los auriculares distribuyen muy bien el peso para no causar cansancio después de usarlos por horas; en mi caso, los usé por periodos de 3 a 4 horas sin sentir molestias, incluso al usar lentes.

Son relativamente pesados (312 gramos), pero tolerables. Otro aspecto a resaltar son las almohadillas forradas con un cuero vegano suave y agradable al tacto, removibles por vía magnética para reemplazarlas en caso de desgaste. Estas piezas tienen un color específico para ayudar a las personas con problemas de visión a detectarlas más rápido; por ejemplo, las del lado derecho se distinguen por otro color en los modelos negro y blanco.

La accesibilidad también se nota en los botones. En la orejera izquierda reside el botón de encendido, cuya forma alargada también funge como botón para emparejar por Bluetooth con dispositivos. Abajo se sitúa un puerto USB tipo C para recargar los audífonos o usarlos por vía cableada con alguna fuente de audio como laptops, tabletas o reproductores de audio con el estándar de 3.5 mm.

En la copa derecha se localizan otros dos interruptores de distintas formas: el de cancelación de ruido, que se siente circular, y el botón de contenido, con forma elíptica, que tiene varios propósitos como subir y bajar el volumen mediante un deslizador, y al apretarlo, controlar la reproducción de los contenidos. El botón de contenido también ayuda a cambiar la fuente de sonido entre los Sonos Ace y Sonos Arc, aspecto que abordaremos más adelante.

Personalmente, celebro la instalación de botones físicos en lugar de zonas táctiles, porque facilitan la interacción y evitan cambios accidentales de pista, como sucede con otros modelos (WH-1000XM5), y reiterando la idea anterior, por aportar accesibilidad a personas con alguna discapacidad. Bravo, Sonos.

COMUNIDAD INQUIETA

Para dar los primeros pasos, es necesaria una cuenta de Sonos. Crearla y darse de alta es sencillo, al igual que descargar la aplicación. Sin embargo, la aplicación ha recibido críticas. Recientemente, Sonos la actualizó para facilitar la interacción con su ecosistema, pero la realidad es que es inestable y tiende a ser poco responsiva. En varias ocasiones, tardaba en abrirse o no se ejecutaba en absoluto. También hubo fallas en reconocer los audífonos, y si se usan fuera de la red doméstica, no aparecen los servicios de streaming vinculados, lo cual sería conveniente para cambiar rápidamente entre Spotify, Apple Music y Tidal, por ejemplo.

Aunque estas molestias pueden ser mínimas, al final, la pieza se usará con Bluetooth. Sin embargo, aquí surge otro punto de controversia. La fortaleza de Sonos radica en conformar un ecosistema conectado entre sus barras de sonido, bocinas inteligentes y subwoofers, permitiendo que todos los dispositivos se comuniquen mediante WiFi para desbloquear una experiencia musical y cinematográfica de primer nivel en casa. Pero en los Sonos Ace, esto no ocurre, ya que se deja todo el trabajo al Bluetooth, sacrificando esta interrelación.

Al momento de redactar esta reseña, a principios de junio de 2024, los foros de Sonos en Reddit y en el sitio de comunidad de Sonos están llenos de críticas de los usuarios porque la compañía no incluyó la característica más anhelada: escuchar audio por WiFi. Esto podría mermar la confianza en la categoría de audífonos de Sonos, o bien tomaría más tiempo en ver una nueva generación de Sonos Ace o un modelo que presente el formato de in-ear, como los AirPods Pro o los Bowers & Wilkins PI5.

Quizás Sonos está desarrollando una tecnología que en el futuro permita usar los audífonos en la misma red WiFi. Esto le daría una enorme ventaja sobre su competencia y lo distanciaría por completo del resto. Tal vez no están en el momento adecuado; posiblemente, si hubieran añadido esta amenidad, la batería no alcanzaría para disfrutar del filme “Killers of the Flower Moon” de Martin Scorsese, cuya duración supera las tres horas. Espero que los comentarios de los periodistas sobre esta ausencia motiven a los equipos de ingeniería de Sonos para incorporar pronto esta novedad.

El tercer inconveniente en los Sonos Ace, que por fortuna tendrá solución, es la función Audio Swap, disponible por el momento solo en Sonos Arc. Esta función permite pasar instantáneamente el audio de la TV desde la barra de sonido a los Sonos Ace con solo apretar el botón de contenido en los audífonos, lo cual es útil para escuchar el audio de una película desde el ‘headset’. Además, el sonido que llega es envolvente gracias a Dolby Atmos.

Como usuario de Sonos Beam, me perdí de esta experiencia. Sin embargo, la compañía anunció que las barras de sonido Sonos Beam (primera y segunda generación) y Sonos Ray tendrán pronto compatibilidad con Ace, mediante a una actualización.

EXPERIENCIA MUSICAL

Después de tres shots de amargo sabor, hablemos del punto más importante y al mismo tiempo el más subjetivo, pero intentaré abordarlo basándome en hechos a partir de mi experiencia como reseñador de audio, amante de la música e interesado en el mundo del audio HiFi: la calidad del sonido. Un apartado que Sonos logró dominar con maestría, aprovechando su experiencia en el núcleo de su negocio: las bocinas.

“Cada componente de diseño exclusivo se combina con nuestro software avanzado para envolverte en audio de la más alta fidelidad”, reza la promesa del producto en la tienda online de Sonos. Este aspecto es cierto, luego de probar los audífonos por varias semanas con un iPhone 15 y un Redmagic 9 Pro.

Sonos Ace destaca en dos frentes para cumplir las expectativas: una nitidez excelente en los medios y agudos, y unos graves adecuados, aunque menos ambiciosos. El equilibrio entre estas fuerzas es notable, y aunque soy más seguidor de las bajas frecuencias, este “as del audio portátil” sació mi sed de synthwave, hip hop, corridos tumbados y trap, géneros que exigen mucho de las bocinas y presentan graves profundos.

Apple Music, Tidal, Amazon Music Unlimited y Qobuz son las plataformas ideales para aprovechar estos audífonos, ya que ofrecen audio en alta resolución; Spotify dispone de una transmisión de datos menor. La experiencia auditiva con Apple Music en Android y Apple fue sobresaliente.

Los violines melancólicos en el sample “Hier Encore” de Charles Aznavour punzan, pero no duelen, y se contrastan con la entrada rítmica de “Monaco” de Bad Bunny. Aunque por defecto los bajos no son tan prominentes, la app de Sonos permite aumentarlos mediante una ecualización limitada a graves y agudos.

Un ecualizador con más bandas sería ideal para personalizar el sonido; estoy seguro de que otros audiófilos agradecerían un modo avanzado. Tras ajustar los bajos al nivel 5, “Monaco” sonaba con la fuerza que denota en sus letras y ritmo.

Para probar medios y agudos, cambié a Jon Hopkins, productor británico que crea atmósferas con un techno melódico y minimalista, destacando en sus discos “Immunity” (2013) y “Singularity” (2018), títulos perfectos para explotar el audio Lossless de Apple Music. La canción “Abandon Window“, una balada para piano, muestra tristeza y soledad, con un sonido sintético que envuelve en una ventisca oscura y pesada.

Hablando de envolver al oído, sugiero encarecidamente seguir el blog Beautiful Song of the Week, una mina para descubrir canciones de distintos géneros, artistas y compositores; cada semana hay un nuevo track de agasajo. Para esta reseña encontré una versión de “Weird Fishes”, canción de Radiohead, interpretada por la cantante de soul, Lianne La Havas.

Lo que escuché me encantó, pues la canción se disfruta con audio inmersivo Dolby Atmos en Apple Music. Noté mayor expresión, textura y volumen en el Redmagic 9 Pro, teléfono equipado con Snapdragon Sound AptX, tecnología desarrollada por Qualcomm para un sonido sin pérdidas mediante conexión inalámbrica.

Sonos aclara en su sitio: “El sonido sin pérdidas no está disponible cuando está conectado a un dispositivo iOS por Bluetooth”. Conecté el cable USB-C al iPhone, que mejoró ligeramente la calidad, pero con volumen bajo.

Agradezco las conexiones con cable; pude jugar conectando el cable USB-C a la entrada de 3.5 mm del control de mi PS5, aunque sin usar los micrófonos, limitando mi experiencia a escuchar diálogos y momentos de acción en juegos de un solo jugador.

Los audífonos tienen micrófonos para usarlos como manos libres y atender videollamadas. Mis interlocutores escucharon bien mi voz, pero nada extraordinario; la claridad del sonido puede mejorar.

La cancelación de ruido es otro aspecto acentuado y que libra muy bien una batalla contra sus rivales cercanos como Apple y Sony. Durante mis trayectos por el ruidoso y congestionado Metro de la Ciudad de México, los Ace lograron detener hasta un 70 por ciento del bullicio.

Lo malo es que con estas temperaturas primaverales, llevar los audífonos en exteriores crean una cápsula de calor y sudor en las orejas, así que ni pensar llevarlos al gimnasio, pues tampoco integran una certificación contra salpicaduras de agua.

Sus casos de uso son más para uso recreativo en casa o en el parque, o bien llevarlos a la oficina para perderse en las playlists y tomar llamadas; también son excelentes compañeros para viajeros que toman vuelos de muchas horas, gracias a su exteeeeensa duración de batería.

La hoja de datos del producto indica que la batería de ion de litio de 1060 mAh proporciona 30 horas de reproducción, dato que no pudimos medir de manera milimétrica, pero nos consta que una carga nos duró varios días; la reseña de Mike Lowe en T3 aseguró un uso de 14 horas con 40 minutos en un viaje de Londres a Hong Kong.

Para cerrar el tema de experiencia de uso, la app aporta otras funciones como el seguimiento dinámico de la cabeza, opción que brinda una capa de tres dimensiones a las canciones para una sesión de escucha más envolvente, también puedes activar la función multipunto, para cambiar rápidamente entre dos fuentes de Bluetooth como celular y laptop.

CONCLUSIONES

Sonos se apresuró a lanzar los Sonos Ace, lo que deja la impresión de un platillo a medio servir. Es posible que la firma atraviese presiones por parte de los inversionistas, como aludió Emmanuel León, reportero de esta sección, en la nota del lanzamiento. La carne, es decir, la calidad del sonido, está en su punto; sin embargo, las guarniciones, como la conexión con otras barras de sonido, y la falta de una buena bebida, como sería su app, bajan la calificación de este restaurante sonoro llamado Sonos, muy conocido por sus bocinas de alta especialidad.

Dejar el ecosistema WiFi para apostar por completo al Bluetooth en la reproducción de audio fue un movimiento arriesgado. Sonos se mete en la misma piscina donde nadan astros olímpicos, lo cual festejamos, pero al mismo tiempo mata parte de su identidad centrada en la interconexión de bocinas y barras de sonido para casa, por lo que su nado queda ligeramente rezagado y sin estilo propio.

En cuanto a la calidad del sonido, no hay ninguna queja; la tecnológica estadounidense ha dado en los puntos exactos que demandan nerds musicales como: profundidad, expresión y equilibrio entre los elementos del audio. Sin embargo, los graves y el volumen bajo en conexión cableada por USB-C en el celular pueden mejorar.

La cancelación de ruido y el modo transparencia son una maravilla; es algo que amarán los usuarios de oficina que, de tanto en tanto, tienen conversaciones con sus colegas, pero no desean retirarse el headset, o bien para olvidarse de todo y acelerar esos reportes o, en mi caso, esas notas periodísticas.

En conclusión, diseño, calidad de audio, comodidad, cancelación de ruido, conectividad y batería son las armas con las que se defiende Sonos Ace. No obstante, puede mejorar aún más si acelera la conexión con barras de sonido, más allá de Sonos Arc, si estabiliza la aplicación y si ofrece un precio más competitivo.

Sonos Ace
$9,500 en Amazon México

Calificación: 3.5 estrellas de 5 ⭐⭐⭐