Reseña Xiaomi Smart Band 8

UNBOXING

El empaque de Xiaomi Smart Band 8 es muy tradicional, no suma nada a la experiencia del unboxing. Encontramos por fuera la imagen de producto, especificaciones y funciones destacadas en un empaque mayormente blanco.

Adentro, el compartimiento de los accesorios y banda se divide en tres. Al centro tenemos la pulsera inteligente; a su izquierda el cable de carga magnético; y a la derecha una sección de cartón que en su interior alberga al manual de usuario.

A detalle: Xiaomi Smart Band 8

Dimensiones: 48 mm de alto x 22.5mm de ancho x 10.99mm de largo.
Medidas de la correa: 135mm-210mm.
Material de correa: Poliuretano termoplástico.
Pantalla: AMOLED de 1.62 pulgadas. Resolución 192 x 490 pixeles.
Sensores: Sensor de 6 ejes de alta precisión, sensor de frecuencia cardíaca PPG y sensor de luz ambiental, sensor de nivel de oxígeno en sangre, acelerómetro y giroscopio.
Carga: Inalámbrica con base magnética.
Resistencia: 5 ATM.
Batería: 190 mAh.

LA EXPERIENCIA

Una regla de oro al momento de reseñar un producto de tecnología es no deshacerse en halagos en él y entregar al lector un texto equilibrado entre las bondades e inconvenientes del dispositivo. En Gadgets siempre tratamos de cumplir tal normativa. Ponemos a prueba los artefactos que llegan a nuestras manos para contarles lo mejor y lo menos cool de estos.

Por ello, no miento cuando digo que Xiaomi Smart Band 8 representó un reto. Xiaomi se obstinó en remodelar su banda inteligente y en opinión de un servidor lo logró con creces. Por supuesto, tiene algunos puntos de mejora, pero ya avisamos que recomendamos este producto que en verdad consideramos un portento wearable armónico entre calidad-precio.

¿Qué hay de nuevo respecto a la generación pasada, la Xiaomi Smart Band 7? Varias cosas y disculpen la lista: sensor de luz ambiental; marco de plástico con apariencia metálica; la cantidad de modos deportivos pasó de 115 a 150; batería de 190 mAh; modos zapatilla y collar; y esferas interactivas.

¿Cómo mejora la experiencia? Vayamos por partes. Primero, repasemos el diseño, el cual es continuista. Mantiene la forma de píldora en 1.62 pulgadas, justos para apreciar los detalles en pantalla. Aunque sigue con una base plástica en el cuerpo, el acabado es metálico, como referí hace un párrafo, lo que suma puntos en elegancia.

Conserva su correa de poliuretano, disponible en distintos colores, en mi caso negra, pero añade mayor personalización con correas hechas de otros materiales. Ahora es posible lucir correas de cuero, con el cuerpo trenzado en color amarillo, o una combinación de cuero y metal, haciendo honor al logo marketero ‘Estilo y deporte’ de esta banda inteligente.

Además, Xiaomi añade un sistema de fácil desmonte para intercambiar sus correas. Antes cambiar esta ‘cuerda’ requería hacer malabares. En Smart Band 7 tenías que empujar el display hacia afuera del ‘esqueleto’ de poliuretano y este podía caer al suelo si se hacía con mucha fuerza. Eso no pasará más.

En el dorso de Xiaomi Smart Band 8 se ubican dos botones en la parte inferior y superior; al presionarlos suave con los dedos se libera la correa de manera sencilla. Con este integrado, Xiaomi demuestra que quiere llevar su wearable económico a nuevos terrenos más allá del fitness, nicho en que nació y creció.

El sensor de luz ambiental funciona bien, y el brillo, que se elevó a 600 nits, permite ver en lugares con amplia iluminación, incluso en un día soleado. Hablando de la visualización, un cambio notable fue la tasa de refresco, que se incrementó de 30 a 60 Hz. El desplazamiento sobre los widgets es fluido, sin lag, rapidez que también es evidente en las esferas de reloj interactivas, las cuales son básicamente un minijuego.

Existen varios tipos, desde plataformeros como Cross the bridge, hasta de medición de fuerza como Fighter. En uno construyes puentes para llevar al personaje al otro lado, en tanto, en el otro asestas golpes al aire para medir la velocidad de tu puñetazo.

Este es un agregado curioso que si dejaban fuera no pasaba nada. Eso sí, los wallpapers son atractivos, sobre todo para un gamer. Ya que toqué el tema de las esferas, Xiaomi incluyó más de 200, cuando en la generación pasada eran solo 100. Desde la app Mi Fitness, disponible en Google Play y App Store, eliges la que gustes.

Ayuda mucho que las esferas estén distribuidas en departamentos como Nuevo, Divertido (aquí están los minijuegos), Mecánico, Formal, Actividad o Simple, pero me estoy saltando varias. Cada wallpaper ofrece una forma de vista única que se ajusta a distintas situaciones del usuario. En mi caso me quedé con Fighter porque el color negro es mi favorito.

Ahora, los modos deportivos. Xiaomi nutrió su lista con 35 nuevas formas de ejercitarte a las 115 disponibles en la edición pasada. Una vez más, su acomodo simplifica las cosas.

Hay más de 16 modos acuáticos; 10 actividades al aire libre; más de 40 entrenamientos; 12 deportes de combate; 26 con balón; 11 de invierno e incluso 5 juegos de mesa y 14 formas de baile. La vida de un reportero no da para salir a practicar tanto deporte, pero le saqué provecho a caminar, estilo libre, ciclismo y saltar la cuerda.

Los datos que proporciona son la frecuencia cardiaca y las calorías quemadas, información que consultas tanto en la banda como en la app. Me hubiera gustado que incluyera GPS como en Xiaomi Smart Band 7 Pro para registrar las rutas, pero no se extraña porque al sincronizar los datos con la app del celular obtienes datos sobre los lugares que recorriste.

Finalmente, para cerrar esta reseña, quiero detallar los modos zapatilla y collar. Esta integración es la más disruptiva, porque invita al usuario a hacer más con su producto, un wearable flexible que va más allá de frontera de las manos. Me explico.

El modo zapatilla requiere de un clip -que se vende aparte- de correr. Este se adhiere a la agujeta del calzado para obtener estadísticas especializadas, por ejemplo la forma de correr o la apertura de una zancada. Este modo es MUY ÚTIL para practicantes de atletismo.

En tanto, modo collar es justo eso, la posibilidad de llevar la banda en el cuello. Esto es posible gracias al sistema de fácil desmonte, pues el anillo metálico, que vende Xiaomi, se ajusta a la parte superior, luego se introduce un lazo, que se colgará sobre el cuello del usuario. En este modo, solo se contarán los pasos y en pantalla se mostrarán el reloj y el porcentaje de batería.

Antes de terminar, quiero mencionar los puntos de mejora, que son en la batería y notificaciones. En el primer caso, al encender la función always-on (siempre encendido) la batería se reduce, al punto de durar siete días, cuando regularmente resiste hasta 16. En lo que respecta a las notificaciones, me gustaría responder como en el Huawei Band 8, así sean respuestas predeterminadas o emojis.

¡LO MEJOR!

Ya sea tu primer smart band o quieras actualizar una versión pasada de Xiaomi, quedarás encantado con este gadget. La integración de brillo automático, su cantidad de nits, los modos novedosos de uso como zapatilla y collar, así como el sistema de fácil desmonte, la hacen una de las bandas más disruptivas del mercado.

LO MENOS COOL...

La batería puede mejorar, sobre todo al activar funciones como always-on, pero si la usas en modo típico resiste más de dos semanas. Me hubiera gustado que se pudieran responder mensajes desde la banda o recibir también notificaciones de apps de noticias.

CONCLUSIÓN

La madurez de Xiaomi en el ramo werable es palpable. Xiaomi Smart Band 8 ofrece justo lo necesario para mantener al usuario satisfecho. Aunque tiene puntos de mejora en la respuesta de mensajes y batería, sus modos deportivos, personalización, las nuevas correas, los modos zapatilla y collar, y el sensor automático de brillo, la hacen la banda más completa en México.

Xiaomi Smart Band 8
$1,100 en Xiaomi México

Calificación: 5 estrellas de 5 ⭐⭐⭐⭐

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