Enrique Vargas, político panista y aspirante a la gubernatura de Edomex, presentó a la señora Rosa Rocío Nava Díaz como quien le vendió en 2017 el predió donde construyó el “Rancho Vargas” en Huixquilucan.
De esta forma, aseguró que no compró la propiedad de una mujer que estaba muerta.
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LA PRUEBA
Sin embargo, Rocío Navano era la propietaria, sino sólo fungió como representante legal de Elisa Arzaluz Gutiérrez, la verdadera dueña y quien sí estámuerta desde el 25 de noviembre de 1981, 36 años antes de la firma de la compra-venta (en 2017).
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ASÍ LO DIJO REFORMA
Grupo REFORMA no publicó en sus páginas digitales ni impresas que Rosa Rocío Nava Díaz estuviera muerta, sino que ella firmó como representante de la propietaria que sí murió en 1981.
MÁS PRUEBAS
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NO ES LEGAL:
El artículo 7.815 del Código Civil del Estado de México establece:
“Cualquier mandato termina con la muerte del mandante, por lo que, de haber existido un poder, este se había extinguido y nadie podía actuar en representación de la difunta”