Los empleados de este espacio, que llegó a ser icónico en la década de los 80, estallaron en huelga en 1997. En esa década, las grandes salas cinematográficas empezaron a cerrar sus puertas porque ya no era viable comercialmente tener espacios que superaran las mil butacas.

El Cine del Estudiante (ubicado en la esquina de Constancio Hernández Alvirde y Avenida Juárez) abrió sus puertas en 1976, todavía en el boom de las grandes salas de cine en el Ciudad. Se inauguró bajo el cobijo del circuito alternativo Cine Club de Arte A.C. que también manejaba espacios como los Cines del Pueblo 1 y 2, recuerda el académico, autor del libro Datos y Anécdotas de las Salas Cinematográficas en Jalisco, Israel Lay Arellano. 

La vida del Cine del Estudiante apenas duró 21 años. El recinto se vio consumido por las deudas y la falta de pago a sus empleados, quienes decidieron apagar los proyectores y hacer una huelga, que se prolongó hasta más de 20 años, muchos de ellos se jubilaron en el camino y el cine, que en un inicio lucía banderas rojinegras, quedó en el abandono.  

Este espacio fue una de las principales salas de la Ciudad en la década de los 80. En él se exhibían cintas comerciales, pero también cine de culto y de autores europeos. La última cinta que se proyectó en esta reconocida sala fue el Convento, protagonizada por Catherine Deneuve y John Malkovich. Solo quedaron en la marquesina las letras que anunciaban la cinta hasta que desaparecieron, una por una, a consecuencia del olvido.

En 2006, todavía con su marquesina original, el Cine del Estudiante formó parte del circuito de salas ese cine en desuso que utilizó la reconocida artista Teresa Margolles para el desarrollo de su intervención “Recados Póstumos”, que reunía mensajes escritos por personas que se quitaron la vida. 

Tras 25 años de haber cerrado sus puertas, el Cine del Estudiante se convertirá en un estudio de televisión. Desde hace varios meses hay trabajadores en el interior de la sala, que hasta hace poco todavía conservaba sus butacas originales.

Para iniciar la intervención arquitectónica se removieron las butacas y ahora se hacen obras de adecuación en el interior del espacio, que según los propios trabajadores, estará lista en tres meses aproximadamente, pero no hay mayores datos de quién es la iniciativa de resucitar el espacio, que había estado abandonado desde hace 25 años, tampoco hay una manta que anuncie el tipo de trabajos que se realizan en el recinto como marca la norma.