Después de instalarse en sus habitaciones y tomar el desayuno al aire libre, la aventura comenzó con un recorrido en bicicleta y a pie por este complejo turístico, seguido de una comida.
Posteriormente, los invitados, en su mayoría mujeres de diversas edades, disfrutaron del spa y las áreas húmedas del lugar, con las que prepararon sus cuerpos a las clases de meditación y yoga.