Fer Medina
Observar los pinos nevados, caminar por las calles, probar la propuesta gastronómica de los restaurantes y bajar de la montaña para tomar un chocolate son algunos de los infaltables de Fer Medina cada vez que va a Vail.
“Este viaje casi siempre lo hago con mi familia, ya que mis hermanos y mi papá también aman esquiar y se logra una increíble integración entre todos. La verdad, es que el plan de nieve da para todos los esquemas”.
Una de las dinámicas que más la llenó de adrenalina fue el paseo en las motonieves, desde donde apreció espectaculares paisajes.
“Cada experiencia es una bendición y agradezco mucho tener la oportunidad de viajar a este lugar tan especial en estos instantes, donde me sentí segura y muy alegre”.
José María Torre
Para Josemaría Torre, la experiencia a bordo de las motonieves fue lo que más gozó durante la semana que permaneció en este destino.
Además, platicó que es fan de practicar snowboard, tanto, que es nivel avanzado, así como amante de la ropa de nieve.
“Siempre digo que Vail es casi una extensión de México con nieve y, como tengo muchos amigos con casa ahí, pues siempre que viajo hay buena pandilla”.
Michelle Salas
Muchas risas y momentos inolvidables junto a Fer Medina y Josemaría Torre vivió Michelle Salas, quien los describe como las personas ideales para viajar.
“Además de ser compañeros de trabajo desde hace muchos años, los dos son increíbles porque les encanta viajar, la comida, los deportes, saben disfrutar la vida y son muy dedicados”.
Entre las actividades que experimentó estuvieron esquiar con un instructor privado, una tarde de spa, un día de snowmobiles hasta la punta de la montaña con espectaculares vistas, entre otras.
“Amo los destinos de nieve porque son una buena mezcla entre hacer ejercicio y pasarla bien. En Vail, tienen muchas medidas para prevenir el contagio y favorece que la actividad sea al aire libre”.
Sofía Romaña
Desde hace muchos años, Denver, capital de Colorado, se ha convertido en el hogar de Sofía y Daniela Romaña, quienes visitan la ciudad gran parte del año debido a que su mamá vive allá.
Cuando llega la época invernal, las hermanas no pierden oportunidad de esquiar, deporte que aprendieron desde muy corta edad y que disfrutan en familia.
Al igual que todos los viajeros, las chicas se adaptaron a las nuevas reglas para transitar libremente por el lugar.
“Es hermoso y parece un lugar sacado de un cuento. Es el lugar típico de montaña donde puedes ir a esquiar y también disfrutar del pueblito”.
Shahpary Pulido
El pueblo nevado, las dinámicas outdoor, los espectaculares paisajes y el ambiente familiar son algunas de las cosas que más valoran Shahpary Pulido y Jorge López Campos cuando visitan Vail, además de que, junto a sus hijas, siempre experimentan nuevas cosas.
A diferencia de años anteriores, los turistas se acataron a ciertas restricciones debido a la emergencia sanitaria mundial para no ponerse en riesgo bajo ninguna circunstancia.
Por ello, se eliminó el recorrido con Santa Claus al lado del río Gore Creek; las reuniones alrededor de las fogatas nocturnas para comer s’mores, postre típico de la región elaborado con malvavisco tostado y chocolate, y los villancicos por distintos puntos del centro turístico..
“Fue la primera vez que Alía fue a la nieve y le encantó, y Rania ya ha ido. Las dos esquiaron juntas y tomaron chocolate caliente todos los días”.
Ale Infante
Una vez al año, Ale Infante es fan de vacacionar en regiones gélidas, pero, ahora, su visita a Vail fue más que especial, pues su novio, Juan Pedro Canales, le entregó el anillo de compromiso luego de 11 años y siete meses de novios.
Para ella, ese momento tuvo un doble significado, pues después de varias semanas nevando, ese día salió el sol, lo cual les dio la oportunidad de celebrar con un picnic al lado de un río que rodea al pueblito de Lionshead.
Junto a su grupo de amigos, siguió las indicaciones de las autoridades para no exponerse a los contagios, como no salir a ningún bar nocturno, los cuales cortan su servicio a las 22:00 horas, usar obligatoriamente la mascarilla e, incluso, realizarse una prueba de menos de 72 horas para ingresar a territorio estadounidense.
“Estaba esquiando con una amiga arriba y ella se bajó un poquito antes, porque ya estaba todo planeado. Yo venía bajando y me decían que me estaban esperando en un café y no daba; caminaba por el parque y, de repente, mi novio me salió del lado de un árbol con una caminito de rosas”.
Romina Marroquín
Desde su luna de miel, Romina Marroquín y Jaime Martínez-Fabre no habían regresado a Lake Tahoe, por lo que volaron a esa región para pasar el Año Nuevo y vivir 10 días llenos adrenalina.
La cantante se declara fan de los lugares en los que predomina el clima frío, en especial de la nieve, y, aunque se considera una excelente esquiadora, su travesía la llevó a practicar un nuevo deporte.
“Esta vez me aventé a snowbordear y, gracias a los consejos y tips de mi amigo Iñaki Colchero, lo hice muy bien; al principio hubieron muchas caídas, pero ya después lo dominé y me aventaba sola. Todo el día nos la pasábamos en la pista y sólo queríamos llegar llegar al jacuzzi y a dormir, acabábamos muertos”.
Junto a su esposo, calificó sus vacaciones como un ejercicio que les sirvió para atesorar una serie de elementos que a veces pasamos desapercibidos o sin importancia.
“Valoramos muchísimo cada momento como la nieve, la naturaleza, la esquiada, la vida, la salud, la amistad, todo”.
Edición: Liliana del Olmo