Su visión futurista de la moda pronto se adecuó a partir de los años 70 al diseño de interiores, donde Cardin ha marcado también estilo.
Con sus cómodas con formas de ola, sus mesas de soporte en forma de abanico y sus lámparas inspiradas en satélite dejaron atrás la funcionalidad para poner la importancia en un diseño, que aún en 2020 parece actual.
Su Palais Bulles (‘palacio de burbujas’) en el sur de Francia, un edificio redondo y sin esquinas, es una de las creaciones arquitectónicas más valoradas del país, y ha acogido desfiles, festivales, presentaciones y jóvenes talentos.