Juega con las formas

En sus obras, Rodrigo refleja su estado emocional a través de una paleta de 12 colores, en los que incluye el azul en diversas tonalidades, berenjena, uva y rosa mexicano.

Para Rodrigo Garagarza, la escultura es un movimiento arraigado de manera concéntrica, es decir, que parte de un centro y puede tomar diferentes formas hacia afuera, creando dinamismo y movimiento.

Desde hace casi 11 años se dedica a elaborar este tipo de figuras artísticas para interior y exterior, en formatos pequeños y grandes, convencido de que modifican el espacio y, a su vez, generan una experiencia diferente en cada persona que las observa de cerca.

“Una obra puede tener varios caminos finales como en el hogar, al exterior, en una oficina u otros lugares y, cuando tienen una interrelación entre la arquitectura y el paisajismo, se vuelve aún más rico el entorno, pues creo que cobra vida propia y su fin no es únicamente decorativo”, contó el arquitecto por la Universidad Iberoamericana.

“Es una especie de expresión de una búsqueda estética, ya que existen dimensiones enormes que modifican la vista del individuo o el ángulo de su perspectiva; lo interesante es que pueden cambiar la manera de ver, percibir y de existir, tiene muchas herramientas y cuando se investiga este tema se descubren trabajos relevantes porque siempre cambia, es interminable e increíble”.

 

La escultura justifica la existencia de su entorno porque lo cambia totalmente; además, crea una conexión visual y de análisis, porque transforma la percepción de un espacio”.

A lo largo de su trayectoria profesional, ha observado que la principal motivación de adquirirlas deriva del propio arte, ya que causa un gusto a la vista, así como un interés consciente y sentimental.

“Así como una pintura, verlas y analizarlas crea una emoción y cambian el día, es como un alimento para el alma porque llenan el interior, transmite una sensación de paz porque surge una conexión con los materiales o el ambiente que las rodea”, mencionó Rodrigo, quien trabajó como museógrafo en el Museo de San Carlos.

En su experiencia, descubrió que existen varios tipos de clientes: los que coleccionan creaciones de artistas de diferentes naciones, con los que se deben analizar proyectos y presentar el que sea más adecuado, y los que desean una atmósfera más agradable y vivencial por medio de una instalación de varios objetos colocados en diferentes áreas del sitio.

La escultura es fascinante porque genera una conexión de corazón y de mente con la pieza”.

Toma nota

Rodrigo comparte algunos consejos para adquirir y conservar una escultura.

  • Tener presente la pieza con la que se conectan de corazón; en ocasiones, la gente busca un artista famoso y, aunque eso es bueno, se debe priorizar crear una magia especial.
  •  Analizar muy bien el lugar donde irá la obra y el entorno, pues asegura que es diferente ponerla en el interior que en el exterior.
  •  Pensar en formas alternativas de colocación, como que sea colgada y no sobre una base; también puede ir adosada a la pared y tener otra de rebote en el frente contrario, porque de esta manera el resultado es mucho más completo.
  •  Contemplar los materiales y las tonalidades con los que se realizará una nueva o una existente.
  • Limpiarlas de manera constante y, si es una de placa de acero, protegerla con cera de auto. Con las de exterior fijarse que los drenes del paso de agua no se tapen con hojas u otros elementos naturales para evitar su deterioro.

 

 

Diseños envolventes

Los trabajos de Rodrigo Garagarza están presentes en todo México, en casas, hoteles o en empresas. Conoce algunas de sus creaciones.

MATATENA DE FAROLES
Ubicada en el Hotel Live Aqua de San Miguel de Allende, esta obra fue un reto interesante en su carrera al saber que sería puesta como remate del principal eje visual y arquitectónico del sitio. Cada uno de los seis brazos los hizo como alusiones a los faroles coloniales tan comunes por las calles del Pueblo Mágico. Con una estructura externa soportada por marcos de metal en color negro, está construida con tiras de papel de madera e iluminación interior.
PÉNDULO DE CONOS
Su tarea consistió en diseñar algo que no estuviera sobre una base y lo logró. Por medio de una viga de acero adosada al muro de forma perpendicular a éste, la escultura se suspende con mecates gruesos y se mueve ligeramente con el paso del aire, dándole una especie de vida
MATATENA DE DISCOS
Con este trabajo buscó modificar la lectura visual de un gran jardín, por lo que sus círculos van cambiando de diámetro hacia las puntas de cada brazo, generando entre ellos una tensión y complementos visuales de escalamientos.
MATATENA DE PUNTAS
Está frente a un edificio de oficinas en el desarrollo Uptown, en Querétaro. Mide 6 metros y cuenta con una presencia basada en curvas, movimiento y geometría que crea una armonía visual al habitar el espacio frente al edificio. Para instalarla fue necesario usar varias grúas con las que soldaron cada brazo a un nodo central
MATATENA DE FLORES
Decidió que el nodo central de la pieza, desde el cual se unen los seis brazos (o seis flores), tendría que estar en la parte alta de la escultura. Para ello, se alargó la longitud de los pétalos inferiores creando tres elementos de soporte que llevarían la mirada desde el agua hacia arriba.