“Estoy anonadada por la cantidad de cultura que se puede contener en estos lugares tan pequeños, es un goce poder hablar con Rodrigo, pues como mencionó, no sólo cada pieza tiene su historia y propia de creación, sino también de vida: en dónde se encontró, en cuál viaje y qué momento”, expresó la empresaria Concha Valadez.
Finalmente, los asistentes probaron la creación del chef Atzin Santos, quien presentó un menú de siete tiempos que consistió en papa de monte, crudo de pesca, chilpachole de maíces, foie gras, pato añejado de 21 días, galleta con cajeta y un tamal de chocolate.
“Es una idea genial para compartir el conjunto de arte,antigüedades, excelente comida y amistades”, sostuvo Rodrigo Rivero Lake, invitado e hijo del anfitrión, “esta noche, todo el mundo ha sido increíblemente amable e interesante”.