date un gusto gélido

Amor Casero

Una pequeña y discreta esquina en la San Miguel Chapultepec alberga este taller de helados y sorbetes hechos con insumos de calidad, ingredientes mexicanos, como cacao de Tabasco, vainilla de Veracruz o leche de cabra de Puebla, y sin atajos –nada de saborizantes o colorantes artificiales–; hay, por supuesto clásicos, como vainilla y café, pero siempre se antoja descubrir sus propuestas especiales, como naranja con mezcal, clericot, carajillo, poleo… o la selección de temporada. Hasta los más asiduos encuentran en sus vitrinas algo nuevo que probar. Una década de historia respalda a esta heladería concebida por Guadalupe González.

Gral. Juan Cano 176-3, San Miguel Chapultepec @amorcasero

Casa Morgana

Su creadora, Kirén Miret, cuenta que, literalmente, soñó un cono de galleta con canela. En vez de dejar pasar aquella ensoñación, tomó papel y pluma, aderezó la idea con un helado imaginario de hot cakes con maple y comenzó a darle forma a su emprendimiento. Tras especializarse en Italia como maestra heladera, la también productora abrió las puertas de su pequeño local en la Juárez. Elaborados sin artificios, los sabores cambian cada semana. Entre las locuras de temporada pueden encontrarse creaciones como el helado de ponche navideño o el de pan de muerto, cuya venta “secreta” congrega a decenas año tras año.

Milán 36, Juárez                                @heladoscasamorgana

Chiandoni

Imposible concebir el paisaje de la colonia Nápoles sin esta heladería fundada por el boxeador italiano Pietro Chiandoni, en 1957. En sus entrañas el tiempo parece haberse detenido de la mano de un hot fudge sundae, una de las especialidades favoritas de esa clientela que alguna vez, en su divina juventud, visitó esta fuente de sodas y hoy la presume a sus nietos. Sentarse en alguna de sus mesas a disfrutar un helado artesanal de elote, plátano, mandarina o una malteada de vainilla es un auténtico viaje al pasado; la decoración, la vajilla, las recetas permanecen y muchos nostálgicos lo agradecen.  

Pennsylvania 255, Nápoles                    @heladoschiandoni

Joe Gelato

Una heladería italiana artesanal con toques mexicanos. José Luis Cervantes desfiló por renombrados restaurantes como Pujol, Quintonil y Narisawa, pero su estancia en Italia lo convirtió en un devoto del gelato. Graduado de L’Università del Gelato de Carpigiani, inició su negocio en 2015. Vainilla de Papantla, chocolate oaxaqueño y pinole de maíz morado son algunos de los ingredientes nacionales que brillan en sus creaciones. Entre sus especiales de temporada encontrarás propuestas diferentes como gelato de ajo negro, de epazote o de parmigiano reggiano con haba tonka. Sus paletas con cobertura de chocolate son imperdibles.

Versalles 78, Juárez
@joegelatomx

Sempre Gelato

Presumen el título de subcampeones en el primer Campeonato del Helado Artesanal. Detrás de este concepto, que nació como una heladería a domicilio en 2020, se encuentra Alejandro Cuallo, pupilo del famosísimo italiano Angelo Covitto. En su menú hay sorbetes, gelatos, paletas y postres. La propuesta de sabores cambia con la temporada, en otoño aparece el de mandarina y calabaza, en verano el de tamarindo y mezcal… y a veces pueden encontrarse colaboraciones como la del gelato hecho con Pólvora Café o la del sorbete de cerveza elaborado con Monstruo de Agua.

Culiacán 52, Hipódromo                               @sempregelato

TRES TRADICIONES

Gelato: De tradición italiana hecho con una base láctea. Su textura es lisa y compacta, con poco aire.

Helado: Elaborado a base de crema inglesa, es más graso y con más aire, de textura suave y ligera.

Sorbete: Preparado a base de azúcar y agua, como las nieves mexicanas. Contiene poco aire y su textura es lisa.

Teresa Rodríguez
Fotos: archivo REFORMA, cortesía y cortesía de las heladerías
Edición y diseño: Sandra Acevedo
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