En la nave que ahora se conoce como el Templo de Santa María de Gracia —ubicado en Avenida Hidalgo 156— estuvo la Iglesia de San Miguel, entre 1549 y 1618.

La iglesia que formaba parte del monasterio de las monjas dominicas, tuvo varias etapas de construcción, pero según la propia Arquidiócesis de Guadalajara es el primer templo católico instituido en la Ciudad, en el siglo 16 y fue catedral de manera provisional hasta 1618, cuando se terminó de construir el inmueble ubicado en Avenida Alcalde e Hidalgo.

Este recinto destacaba por la sobriedad de sus formas. Es una sola nave, que se alza sobre una planta basilical. A pesar de su limpieza en las formas exteriores, en su interior se aprecia un estilo neoclásico.

La estructura destaca por la inclusión de arcos decorados con motivos florales y un altar corintio con adornos también con motivos vegetales.

La iglesia le rinde honores a la Virgen María. Hay un retablo de madera estofada y policromada del siglo 16 y la decoración se completa con óleos de gran formato de Diego de Cuentas.