Pay de Calabaza

El pay de calabaza, con su suave relleno especiado y su crujiente costra dorada, es un símbolo culinario del otoño y de las festividades en Estados Unidos y Canadá. Este postre, que adorna las mesas durante el Día de Acción de Gracias y Halloween, tiene una rica historia que entrelaza la cultura indígena americana con las tradiciones europeas. ¿Pero cuál es su verdadero origen?

Origen

Pocos alimentos tienen raíces tan profundamente americanas como las calabazas. Estas verduras, cultivadas por primera vez en América Central alrededor del año 5 mil 500 a. C., fueron uno de los primeros alimentos que los exploradores europeos trajeron del Nuevo Mundo. Con el tiempo, se convirtieron en un elemento esencial tanto en América como en Europa.

Cuando los exploradores europeos descubrieron las calabazas, rápidamente las llevaron de vuelta a Europa, donde encontraron un lugar en la cultura pastelera de Inglaterra. En 1654, el capitán de barco de Massachusetts, Edward Johnson, escribió sobre cómo los colonos de Nueva Inglaterra habían adoptado las calabazas en sus tartas. Estas “tartas de calabaza” comenzaron a sustituir a las tradicionales tartas de manzana, pera y membrillo.

Para principios del Siglo 18, el pastel de calabaza ya se había ganado su lugar en la mesa de Acción de Gracias en Nueva Inglaterra. Esta festividad, que celebraba la abundante cosecha de otoño con un banquete anual, se convirtió en una tradición esencial en las colonias. Tal fue su importancia que en 1705, una escasez temporal de melaza en Connecticut llevó a posponer las celebraciones de Acción de Gracias hasta que se pudiera obtener este ingrediente.

El pastel de calabaza no solo se convirtió en un elemento culinario indispensable, sino que también adquirió un significado político durante el Siglo 19. Muchos abolicionistas de Nueva Inglaterra mencionaron su postre favorito en novelas, poemas y panfletos. Sarah Josepha Hale, una prominente abolicionista, describió el pastel de calabaza en su novela antiesclavista “Northwood”, destacando su lugar preeminente en la mesa de Acción de Gracias.

Después de la Guerra Civil, el Día de Acción de Gracias y el pastel de calabaza se hicieron populares en todo Estados Unidos. Posteriormente, con la introducción de la calabaza enlatada en 1929, la preparación del pastel se simplificó enormemente.

Ingredientes

Base:

200 gr de mantequilla a temperatura ambiente
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½ cucharadita de sal
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1/3 de taza de leche entera
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2½ tazas de harina
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1½ cucharadas de azúcar
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Relleno:

8 huevos
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1 taza de jarabe de maple
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600 gramos de puré de calabaza
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12 cucharadas de crema para batir
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Crema batida
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4 cucharaditas de pumpkin spice
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½ taza de azúcar mascabado
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Preparación

14 PORCIONES

60 MINUTOS

SENCILLO

BASE:
  1. Acremar la mantequilla durante 3 minutos.
  2. Agregar lentamente la leche hasta integrar perfectamente.
  3. Añadir el resto de los ingredientes.
  4. Continuar batiendo hasta tener una masa homogénea que no se pegue.
  5. Dividir en 2 partes, envolver con plástico de cocina y reservar en refrigeración durante media hora.
  6. Reposar fuera del refrigerador por 10 minutos y, con ayuda de un rodillo, extender la masa a 2cm de grosor.
  7. Forrar dos moldes previamente engrasados y enharinados y picar con un tenedor.
 
RELLENO:
  1. Batir todos los ingredientes hasta obtener una mezcla homogénea.
  2. Verter sobre la masa y hornear a 200 °C por 20 minutos.
  3. Bajar la temperatura a 180 °C y hornear 20 minutos más.
  4. Dejar enfriar y decorar con la crema batida.

Información y Diseño: Janayna Mendoza
Receta: 
Grupo REFORMA
Fuentes: History, Great British Chefs, El Diario NY 
Fotos:
Canva
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