Las ganas de iniciar un negocio, en el que la gastronomía fuera protagonista, impulsó todavía más a los integrantes de la familia Fernández-Alonso después de que encontraran el que se convertiría en el spot perfecto para arrancarlo.
“Fue una casualidad, siempre platicamos nuestro interés por abrir un restaurante y, un día andando por la calle, nuestro socio, Diego Santos, vio una casa, nos percatamos que era una buena zona, nos sentamos a platicarlo y lo hicimos”, contó Julio Fernández-Alonso.
Bajo el concepto “seat”, que fusiona las palabras seafood y meat en inglés, este espacio cuenta con platillos mar y tierra que incluyen variedad de pescados, mariscos y cortes de carne, ideales para todo tipo de gustos y paladares.
Sandoi fue el nombre que eligieron para este lugar, el cual abrió sus puertas para recibir a variedad de comensales y amigos, quienes disfrutaron de un menú especial para la ocasión.
El ambiente que se generó gracias a la cercanía entre los presentes, hizo del encuentro un momento muy agradable, pues, entre bocado y bocado, las charlas para ponerse al día no pararon, mientras la música de fondo amenizaba la velada.
“La cena estuvo espectacular, la convocatoria igual de increíble y el entorno muy agradable; hay grandes amigos a los que encontré por acá”, añadió el empresario Bobby Domínguez.
Alejandra Ripoll, Estefanía Reyes y Mariela Herrasti
