La educación es un pilar fundamental en el desarrollo de nuestros hijos, y garantizar su acceso a estudios superiores puede representar un desafío financiero para muchas familias mexicanas. Para enfrentar esta situación, los seguros educativos se presentan como una opción viable.​

¿Qué es un seguro educativo y cómo funciona?

Un seguro educativo es un producto financiero que combina un plan de ahorro con un seguro de vida. Su objetivo es asegurar que, al llegar a la mayoría de edad, tus hijos cuenten con los recursos económicos necesarios para continuar con su educación universitaria.

 

Según la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF), este tipo de seguros garantiza que, incluso en caso de fallecimiento o invalidez del contratante, el beneficiario reciba el monto acordado para sus estudios superiores.

 

El funcionamiento es sencillo: el contratante realiza aportaciones periódicas durante un plazo determinado, que generalmente coincide con el tiempo restante para que el beneficiario alcance la edad universitaria. Al finalizar este periodo, la aseguradora entrega el capital acumulado al beneficiario, permitiéndole financiar su educación.​

¿Cómo adquirir un seguro educativo?

Para contratar un seguro educativo, es recomendable seguir estos pasos:​

  1. Evaluar las necesidades financieras: Determina cuánto necesitarás ahorrar para cubrir los gastos educativos futuros de tus hijos.

     

  2. Investigar opciones disponibles: Diversas instituciones financieras ofrecen seguros educativos. Por ejemplo, BBVA México cuenta con el “Seguro Estudia”, que permite ahorrar sumas aseguradas de hasta por 3 millones de pesos, con plazos de ahorro de 4 a 18 años. Por su parte, Banorte ofrece un Seguro Educativo dirigido a menores de entre 0 y 13 años.
  3. Comparar coberturas y beneficios: Analiza las características de cada producto, considerando aspectos como sumas aseguradas, plazos, flexibilidad en aportaciones y beneficios adicionales.​

     

  4. Consultar con asesores financieros: Busca orientación profesional para elegir el seguro que mejor se adapte a tus necesidades y posibilidades económicas.​
  5. Leer detenidamente el contrato: Antes de firmar, asegúrate de comprender todos los términos y condiciones, incluyendo derechos y obligaciones.​

Es importante destacar que los seguros educativos no son la única opción para planificar la educación de tus hijos. Alternativas como los fideicomisos educativos también pueden ser consideradas, dependiendo de tus objetivos financieros y situación particular. ​

Anticiparse y planificar con herramientas financieras adecuadas puede marcar una diferencia significativa en el futuro académico de tus hijos.

Informarse y elegir la opción que mejor se adapte a tus circunstancias es esencial para garantizar su acceso a una educación de calidad.