Este viernes, millones de hombres en el mundo saldrán a las calles de su comunidad para personificar a Jesús de Nazareth en su jornada crucial: la Pasión.

En todos los templos de Nuevo León tradicionalmente se hacen estas representaciones, porque a decir del Padre José Luis Guerra Castañeda la intención de revivir el viacrucis es recordar y acompañar a Cristo en sus últimos pasos sobre la tierra.

“Para nosotros los cristianos es una práctica de mucho provecho espiritual, ya que busca acercarnos al misterio de la pasión y muerte de Cristo”, dijo el sacerdote de la Parroquia San Rogelio, en la Colonia Independencia.

José Manuel Guerrero Noyola, de la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús, de Los Herreras, explica que el viacrucis, que en latín significa “Camino de la Cruz”, los fieles caminan unidos acompañando a Jesús desde el pretorio de Pilatos hasta su sepultura, haciendo 14 estaciones, resaltando su crucifixión y muerte, y confiando en su resurrección”.

Ellos son algunos de los que recordarán a Jesús. Algunos quisieron compartir información personal, incluso fotos.

Alejandro Ibarra Zarazúa

Parroquia Santa María Goretti

Me siento muy emocionado y con sentimientos encontrados. Más que una representación trataré de dejar un mensaje a la sociedad de que podemos vivir juntos y eso es hacer sentir lo que Jesús hizo por nosotros.

He tenido altas y bajas en mi proceso, pero no dejo de estar en oración día con día: no cargaré una cruz de madera únicamente sino mis peticiones, oraciones y las de todos.

Es una emoción ser el que representa a Jesús, porque desde los 5 años de edad iba a ver el viacrucis y ahora me toca estar del otro lado.

Brian Yatzael González Márquez

Parroquia Señor San José,
Cd. Guadalupe
19 años, estudiante

Pedirme ser Jesús en el viacrucis fue inesperado como todas las veces que suelo buscar una respuesta y, de repente, sin comprender cómo, esta respuesta llega por sí sola.

Haber interpretado y volver a interpretar a Jesús es un final y un inicio, un cambio en mi vida que, sin saber cómo, he aceptado. Después de todo Él es alguien muy importante para la gente, para todos y, aunque yo sólo represente su personaje, muchas personas viven el viacrucis sufriendo con Él, intentando comprender lo que Él paso, arrepintiéndose y deseando mejorar.

Jesús Eloy Macías Murillo

Parroquia San Rogelio,
Col. Independencia
35 años, soldador y electricista

Participar en la representación del viacrucis es la manera de revelarle al mundo el acto más grande de amor que nuestro Creador hizo para nuestra salvación. Jesús nos mostró humildad y amor al estar crucificado entre malhechores y aceptó la cruz con amor, sentimientos que nosotros a veces renegamos cuando nos pasa algún problema.

Javier Antonio Herrera Esmeralda

15 años, Parroquia San Francisco
Xavier, Cd. Guadalupe

Le doy gracias a Dios porque, aunque no soy una persona muy buena, me siento muy honrado de servirlo en esta forma y muy orgulloso de representarlo en su pasión. Lo agradezco de todo corazón.

Jonathan García

28 años, Basílica del Roble
Operador de máquinas,
catequista

No es nada fácil representar a Jesús: es una tarea espiritual y un papel demasiado fuerte.

Él me pide que no me rinda y me recuerda en cada ensayo que Él esta ahí para ayudarme. Son muchas horas de ensayo, de preparación tanto física como mental. Representar a Jesucristo en el viacrucis es uno de los dones más bonitos que el Señor me ha regalado: cada latigazo, golpe, caída, raspones, heridas, empujones, dolores y aguantar el peso de la cruz es un sacrificio que le ofrezco al Señor.

Juan Manuel Pérez Chávez

42 años, San Antonio
de Padua, Col. Progreso
Maestro, cantante y acólito

Representar a Jesús en su Pasión y Muerte significa ante todo respeto a su vida, al legado que nos dejó. Es un proceso espiritual, un compromiso con sentido de verdad que viene desde mi interior, es actuar con rectitud, una oportunidad que me invita desde la humildad a ser mejor persona. La gente logra creer que tiene frente a ellos a Jesús de Nazaret, por lo tanto es un gran compromiso transmitir ese acto de piedad y camino de oración.