La votación en Brasil

Los brasileños votan desde hace 25 años con un sistema de urna electrónica que se somete a la supervisión de los partidos e incluso a ataques simulados de hackers informáticos antes de cada elección.

Bolsonaro insiste desde hace años en que la urna debería generar un comprobante impreso del voto para que el elector tenga la garantía de a quién ha votado. Es un debate recurrente que en Brasil nunca ha tenido el apoyo necesario para traducirse en cambios y hasta la fecha no se han encontrado evidencias de un fraude masivo.

El objetivo: autoridades electorales

Desde que arrancó su mandato como Presidente, Bolsonaro comparece cada jueves por la noche en su canal de YouTube para presumir de logros y atacar a sus enemigos. En las últimas semanas, el objetivo preferido de sus ataques es el juez que preside el máximo órgano electoral, Luís Roberto Barroso, como antes fueron los magistrados del Tribunal Supremo o los gobernadores que impusieron restricciones ante la pandemia.

A finales de julio, el tono subió: su intervención fue retransmitida por el canal de televisión gubernamental porque prometía “presentar pruebas” de fraude electoral. A la hora de la verdad, él mismo los calificó como meros indicios, como videos grabados en redes sociales de elecciones pasadas y los testimonios de un coronel y un supuesto programador informático.

Por su parte, el Tribunal Superior Electoral, al que Bolsonaro atacó en la transmisión, respondió inmediatamente desmintiendo punto por punto las acusaciones.

Músculo militar

En sus mensajes, el Presidente ha se ha hecho acompañar incluso del Ministro de Justicia, un policía militar.

Esta estrategia llegó a su mayor punto este martes, cuando acompañó un desfile militar el día en que el Congreso se aprestaba a votar por una reforma que propuso sobre las votaciones y tenía nulas posibilidades de ser aprobada. El desfile se realizó con condiciones inéditas desde la dictadura en el país, pues no estaba relacionado con ningún día festivo y fue anunciado con un solo día de anticipación.

¿Temor a las encuestas?

Los opositores alegan que Bolsonaro, retrasado en las encuestas de opinión, trata de sembrar la duda entre sus seguidores fanáticos acerca de los resultados electorales de 2022, preparando el escenario para conflictos similares a los provocados por el Presidente estadounidense Donald Trump con sus denuncias infundadas de fraude.

Según una encuesta de Datafolha de julio, el ex Presidente Luiz Inácio Lula da Silva ganaría en primera vuelta:

de las preferencias para Lula
0 %
de las preferencias para Bolsonaro
0 %

La impopularidad del Mandatario llega mientras los números de desempleo se sitúan en cifras récord, él y sus cercanos ha sido acusado de numerosos casos de corrupción, y el Senado se prepara para retomar la comisión de investigación sobre la actuación del Gobierno Bolsonaro durante la pandemia. Con 550 mil fallecidos, Brasil es el segundo país más afectado por detrás de Estados Unidos.

El modelo Trump

Dentro de las numerosas similitudes entre Trump y Bolsonaro, destaca que, desde antes de ser elegidos, ambos amagaron con no reconocer los resultados de las elecciones en caso de no resultar ganadores.

Desde poco antes de las elecciones de noviembre de 2020 en Estados Unidos, el entonces Presidente Trump criticó en numerosas ocasiones las medidas de algunas entidades de ampliar la votación por correo, debido a la pandemia. Incluso meses después de la asunción de Joe Biden, y tras perder al menos cincuenta demandas en las cortes del país, el ex Mandatario continúa acusando que hubo un fraude electoral.