Simone Biles es el estandarte de la revolución de la gimnasia y está lista para los Juegos Olímpicos de París 2024.

La estadounidense priorizó el deporte en su vida para convertirse en una de las mejores gimnastas de la historia con 37 medallas en su palmarés.

El primer acercamiento de Biles con la disciplina fue en 2003, el cual puede describirse como inesperado porque se trató de un viaje escolar a un centro de gimnasia artística de último momento.

Con solo 6 años, Simone dio una pequeña muestra de su talento al ejecutar piruetas y saltos improvisados que a la vista de todos eran casi perfectas.

Aimee Boorman fue la encargada de guiarla desde 2005 a la fecha asumiendo el rol de entrenadora de la naciente estrella.

La potencia que guarda en esos 142 centímetros de altura la consiguió con un plan de trabajo de más de 30 horas a la semana, sacrificando las clases convencionales y presenciales por la educación en casa, alejándose de las fiestas con amigos y de los bailes de graduación.

En cada performance que realiza se nota su seguridad porque controla la flexibilidad y la fuerza, sabe en dónde está el centro gravedad en el aterrizaje, y crea sus propios saltos.

Si bien es cierto que su mayor momento de éxito fue en Río 2016 con 5 medallas, en Tokio 2021 la prioridad a su salud mental tuvo un peso mayor que las 2 preseas que se llevó a casa.

EL PESO DE LA FAMILIA

Antes de convertirse en la gimnasta más exitosa de todos los tiempos, Simone tuvo una infancia complicada. Shanon Biles, su madre, tenía problemas con el alcohol y las drogas y fue considerada poco apta para criarla a ella y a sus 3 hermanos, así que los servicios sociales de Columbus intervino. Roland Biles, el abuelo, y su segunda esposa Nellie adoptaron a Simone y a Adria, mientras que sus hermanos mayores Ashley y Tevin se quedaron con su tío. Desde los 3 años, la pequeña Biles se mudó a Texas con su nueva familia.

EL SALTO A LA FAMA

El primer paso para construir su historia fue entrar el equipo nacional junior de Estados Unidos en 2012. Su precisión en el salto Yurchenko doble y medio la hizo destacar del resto y un año después, ganó su primer título mundial en Bélgica con 4 medallas: 2 de oro en concurso completo y ejercicio de suelo y 2 platas en salto de potro y viga de equilibrio. Para 2014 defendió su corona en el corcuso completo y fue una pieza fundamental para darle el título por equipos a Estados Unidos. Biles se convirtió en la primera mujer en ganar 3 veces de manera consecutiva el concurso completo al repetir la hazaña en 2015.

CITA OLÍMPICA

La prueba más importante para la estadounidense se presentó en los Juegos Olímpicos de Río 2016. Simone, a sus 19 años, acaparó los reflectores de Brasil desde el primer momento en que salió a competir para colgarse su primer oro por equipos. El segundo metal dorado fue en el concurso completo, después llegó el de salto de potro y finalmente, el ejercicio de suelo, rutina en la que bailó samba y se ganó al público. También registró una presea de bronce en la viga de equilibrio.

EL ABUSO Y LA SALUD MENTAL

En 2018, Simone declaró que fue una de las víctima de Larry Nassar, médico del equipo estadounidense de gimnastas. Aunque en ese momento declaró que el terrible episodio no apagaría su luz ni detendría su carrera, sin embargo, años más tarde, algo cambió. Durante los Juegos Olímpicos de Tokio 2021 le dio prioridad a su salud mental, ya que presentaba un bloqueo por la presión y la falta de confianza, y optó por competir en la viga de equilibrio, sumando un bronce, y por equipos, adjudicándose la plata.

LOS SALTOS BILES

La dificultad en las piruetas de Simone no pasa desapercibida. En 2018, la estadounidense ejecutó un salto Yurchenko con medio giro sobre el potro y un doble giro frontal que fue nombrado Biles I. En 2023, creo el Biles II, el cual es Yurchenko con dos mortales, que se caracteriza por llevar las piernas estiradas y pegadas al torso.