Sobrevivientes es una colectiva de mujeres víctimas de tentativa de feminicidio fundada por Carolina Ramírez, una mujer que fue secuestrada y torturada por su ex esposo en 2014, a quien había dejado hace más de 30 años, y contra quien luchó para que fuera a la cárcel.

Esto me vino a decir que a todas nos puede pasar, los ataques feminicidas no son exclusivos de un sector o de una clase social, te pueden pasar aun teniendo todas las herramientas".

En el 2019 conoció a otras sobrevivientes, quienes se unieron para buscar a más mujeres en la misma situación para darles acompañamiento.

Carolina en una marcha en CDMX junto a otra sobreviviente

SER INVISIBLE

El delito es el feminicidio y la tentativa es una figura jurídica que se aplica a todos los tipos penales, de acuerdo con abogadas, sin embargo, las instituciones al no aplicar con perspectiva de género la justicia, se invisibilizan las cifras de los ataques feminicidas.

Sólo los estados de Ciudad de México, Durango, Nuevo León, Campeche y Puebla reconocen la tentativa de feminicidio a partir de su literalidad, por lo que solamente en estas demarcaciones se tiene un registro aproximado.

Sentimientos como culpa y vergüenza hacen que las propias víctimas no se reconozcan como sobrevivientes y desestimen el riesgo de que su agresor esté libre.

En enero de 2022 se registraron 75 femicidios en México.

Información del colectivo señala que entre el 2013 y el 2021, en México se iniciaron 595 investigaciones al día por golpes, quemaduras, estrangulamientos, lesiones con armas blancas o de fuego contra mujeres, es decir, más de un millón 700 mil.

En esos ocho años, sólo hubo 781 carpetas de investigación por femicidio en grado de tentativa.

TORTURA INSTITUCIONAL

Tras sobrevivir al ataque de un feminicida, el camino a seguir es igual de tortuoso, pues el sistema de justicia nacional revictimiza, no considera la gravedad del hecho y somete a largos procesos burocráticos a quien intenta denunciar, provocando que se abandone la denuncia.

Algunos de los errores que ha identificado el colectivo en el sistema de justicia son:

  • Reclasificación del delito a violencia familiar, lesiones dolosas o acoso
  • Saturación en fiscalías que impide agilizar la detención del agresor
  • Juicios que no contemplan la perspectiva de género
  • Pruebas de investigación mal recabadas

La sobresaturación de las instituciones judiciales impide que el proceso sea ágil, aunado a que le restan importancia al delito al clasificarlo erróneamente.

Entonces el mensaje que se manda es de permisibilidad, quienes agreden saben que no les van a hacer nada o que pueden librar el proceso fácilmente, muertas, valiéramos más, atenderían el caso más rápido".

UN SISTEMA MACHISTA

Los agresores, contó Carolina tras su experiencia con víctimas, son personas que la única característica en común que tienen es haber sido formados bajo un sistema machista que les hace creer que tienen el poder sobre las mujeres.

Muchos suelen ser amables al inicio, dijo.

La intención de la Colectiva es hacer visible la gravedad de un intento de feminicidio y que las penas para los agresores no sean cortas, pues al salir se convierten en un peligro para la víctima y para otras mujeres que lleguen a convivir con él.

Escena de un feminicidio.

Hay un caso de un feminicida que fue juzgado por violencia familiar, salió de prisión y ya agredió a otra chica, liberarlos es vulnerar nuevamente a la víctima y poner en riesgo a todas las demás".

SECUELAS

Tras un episodio de violencia extrema, en el que muchas víctimas pasan tiempo hospitalizadas o escondidas, los años no son suficientes para sanar las heridas internas y externas, dijo la activista, entre ellas algunas son:

  • Afectaciones físicas por las lesiones que les impiden retomar su vida
  • Daño psicológico y mental
  • Pérdidas económicas
  • Aislamiento social
  • Desarraigarte, tener que huir del lugar donde vivías.