
Dentro del top 15 de mayores consumidores de sopas instantáneas está nuestro País, esto de acuerdo con la World Instant Noodles Association (WINA). Aunque los principales consumidores son China y Hong Kong, que encabezan la lista, también están Japón en el quinto lugar y Estados Unidos en el sexto.
En México, según datos de un estudio de calidad de la Procuraduría Federal del Consumidor, es común que se prepare sopa casera para la hora de la comida con vegetales, legumbres y otros ingredientes.
“Sin embargo, el ritmo de vida ha provocado que, en algunas ocasiones por falta de tiempo y comodidad, se recurra a sopas instantáneas. Estas pueden contener harina de trigo, sazonadores, verduras, extractos cárnicos, queso y tomate, además de azúcares y aceites vegetales. Contienen también potenciadores de sabor, cuya función es hacer que la lengua resulte más receptiva a los sabores salados y fuertes”, agrega la dependencia.
Entre los potenciadores están el glutamato monosódico, el inosinato, el guanilato de sodio, el extracto de levadura y la proteína hidrolizada de soya, que, si son consumidos de manera frecuente, pueden ser dañinos para la salud.

Regresa lo clásico
Los expertos del Laboratorio de datos contra la obesidad, aseguran que aunque pueden tener un color atractivo, olor apetitoso y reducir el tiempo de su preparación, comer en exceso estas sopas puede significar una menor ingesta de nutrientes como proteínas, calcio, hierro, potasio, fibra y vitaminas A y C.
En cuanto a sodio, la cantidad es variable dependiendo la porción, pero un sólo paquete puede contener 2,700 mg. de sodio, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda una ingesta inferior a 2000 mg. diarios.
Por otra parte, en un estudio, realizado por la National Library of Medicine de Estados Unidos, destacó que existe una asociación entre la frecuencia de consumo de fideos instantáneos y los niveles plasmáticos de triglicéridos, la presión arterial diastólica y la glucemia en ayunas.
“El alto contenido calórico y la alta concentración de carbohidratos refinados, grasas y sodio en las sopas instantáneas contribuyen a un mayor riesgo de enfermedades metabólicas”, se explica en el documento.
Por todo esto, la recomendación de la Profeco es regresar a las preparaciones clásicas y frescas de casa, no consumir sopas instantáneas o no hacerlo en exceso.

3 consejos
Seguir las instrucciones de preparación, hay productos que no requieren el uso del microondas.
Checar el estado del envase, si está roto o dañado, no lo consumas.
Considerar las porciones, pues el aporte de energía y nutrientes se multiplica dependiendo del tamaño.
Fuente: PROFECO

