¿DE QUÉ ESTÁN HECHAS?

  1. Harina de trigo o maíz
  2. Salsa de soya
  3. Sal
  4. Aceite refinado
  5. Vegetales deshidratados
  6. Glutamato
  7. Monosódico
  8. Azúcar
  9. Especias
  10. Aceite vegetal
  11. Extracto de pimienta roja

¿CÓMO AFECTAN?

El glutamato monosódico es un aditivo que puede alterar los mecanismos de saciedad, provocando voracidad en las personas.

 

Exceder el consumo de sodio incrementa la presión arterial y con ello el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.

  • 2,000 mg de sodio o menos al día es la ingesta recomendada por la OMS. Una cucharadita de sal es el equivalente a este indicador.
  • 1,360 mg de sodio puede contener una sola sopa instantánea.
  • 68% de la ingesta diaria recomendada aportaría una sola sopa.

¿EL CUERPO TARDA MÁS TIEMPO EN DIGERIRLAS?

Julieta Ponce, nutrióloga experta en nutrición alimentaria, respondió que se trata de un mito parcial el que nuestro cuerpo pueda tardar meses en digerir este tipo de sopas, una idea que ha permeado colectivamente desde hace muchos años. 

Lo que podría estar haciendo estas sopas es trabajar de más al gran laboratorio protector que es el hígado, entre cuyas funciones está filtrar aquello que pueda resultar tóxico para la sangre.

“Lo que nosotros estamos sospechando es que, cuando las personas consumen estos productos de forma habitual, es muy probable que el hígado se torne graso. Es una de las afectaciones conocidas clínicamente como esteatosis hepática, que tiene que ver con que el hígado ya no resiste.

“Hoy lo que vemos antes de que se eleven las glucosas, incluso antes de que se eleven el colesterol y los triglicéridos, hemos visto que el hígado en niños y niñas que consumen productos ultraprocesados se torna graso”, alerta la nutrióloga Ponce.

Así que, no es que la sopa se digiera muy lento, sino que se ignoran las rutas de metabolización de sus químicos, que probablemente está ocasionando hígado graso en etapas tempranas de la vida.