Desde hace casi dos décadas, la artista Tania Esponda se ha dedicado de manera profesional a plasmar su imaginación en múltiples obras y con técnicas únicas, siempre con la convicción de generar una propuesta distinta.
No fue una casualidad que al paso del tiempo asumiera el riesgo de explorar con el vino, el cual, más allá de ser un acompañante asiduo en sus encuentros familiares, le ofreció la posibilidad de ahondar con seriedad en una bebida milenaria y, al mismo tiempo, convertirla en una herramienta de trabajo.
“Considero que son como las personas, tienen que irse presentando contigo, eso es lo que hacen en mí; una vez que veo de dónde vienen y cuáles son sus raíces, me dan ganas de crear algo con esa historia y darle una transformación nueva”, comentó Tania Esponda, de 42 años de edad.
“Soy creyente de que una de nuestras responsabilidades como artistas es cambiar el mundo, no dejarlo igual; quería formar una técnica diferente, todo un estudio y cuerpo de trabajo original”.
Para lograr su cometido, la artista Tania Esponda, seleccionada para el 18 Bienal de Pintura Rufino Tamayo, ha desarrollado un proceso continuo de praxis y aprendizaje, mismo que ha derivado en pinturas y esculturas con este fermentado sobre vidrio, uvas prensadas, fotografías con microscopio electrónico, entre muchas más.
De modo que, en este punto de su ejercicio, sabe aprovechar los distintos tipos de uvas con base en sus propiedades y características, sin apartarse de la inquietud por probar nuevos métodos.
“Al principio, mis cuadros tenían moho y humedad, fueron por lo menos dos años de experimentación constante para llegar a una técnica, y sigo haciéndolo, como uno de los proyectos que tengo ahora, con la elaboración de esculturas con vino reciclado de botellas”, dijo Tania Esponda.
Tania Esponda espera que “Vinus”, su serie de piezas alrededor del vino, se conjugue con sus otros dos ejes de trabajo, que son “Lenguaje Tipográfico” y “Geometría Sensorial”, ya que cada faceta de su trayectoria coincide con la visión que rige su obra.
“Creo que la creatividad se puede aplicar en absolutamente cada faceta de la vida, es lo que me motiva a hacer cosas diferentes y transformar elementos, como el vino en un cuadro o el metal en una escultura”, añadió Tania Esponda.
Evolución continua en el arte de Tania Esponda
+ Aunado a las series ‘Lenguaje Tipográfico’ y ‘Geometría Sensorial’, sus otros ejes de trabajo, Tania Esponda empezó a experimentar y estudiar múltiples técnicas y procesos desde 2016, para crear la obras alrededor de la muestra ‘Vinus’.
+ En la actualidad, cuenta con más de 60 piezas relacionadas con el vino, entre las que destacan títulos como ‘Metamorfosis’, ‘Tinto’, ‘Vinus MX’, ‘De gota en gota’, por mencionar algunas.
Para mí, una de las maravillas de crear con vino es que cada uva tiene una tinta diferente; el trabajar con algo vivo y que sigue evolucionando Salpica le otorga alma a las piezas”.
TANIA ESPONDA, artista
¿UNA PIEZA CREADA CON VINO POR TANIA ESPONDA?
En el aspecto conceptual, Tania Esponda Aja, también conocida como Tania EA, parte de momentos propiciados por el vino o de la propia historia de éste, es decir, estudiando su procedencia, geografía, fecha de cosecha o, incluso, su relación con las personas.
Por otro lado, cuando se trata de técnica, Tania Esponda aplica criterios específicos, los cuales son producto de la prueba y el error.
En el caso de piezas en las que usa la uva como tinta, tuvo que descubrir que cada tipo ofrece tonalidades y texturas muy diferentes y, muchas veces, inesperadas, aunado a cómo responde el color en la madera, tela, papel u otros lienzos más experimentales.
Con manejo de resinas, metodologías propias y un cúmulo de variables, Tania Esponda se ha profesionalizado en el simple arte de explotar un producto perecedero para transformarlo en algo duradero, resistente y con una estética original.
Los próximos planes de Tania Esponda
Dentro de sus próximos planes, en verano, Tania Esponda tiene proyectada la apertura de su estudio en Miami, donde trabajará técnicas de impresión 3D y vino reciclado, éste último con una perspectiva de responsabilidad social; además, en septiembre, tendrá una exposición en un viñedo de San Miguel de Allende.