“Te vamos a encontrar mi amor, espérame un poco mas”, fue el último mensaje de Aranza Ramos antes de que la asesinaran en Guaymas, Sonora.

Su esposo Brayan Omar Celaya desapareció el 6 de diciembre de 2020, lo que provocó que ella se sumara al colectivo Guerreras Buscadoras en la entidad.

En sus redes sociales, la mujer de 28 años no se cansaba de pedir que la ayudaran a localizarlo y hasta contaba los meses y días que habían transcurrido sin verlo.

Este 15 de julio, Aranza fue asesinada alrededor de las 23:30 horas en el Ejido Ortiz, en Guaymas. Hombres armados irrumpieron en su vivienda.

Ambos dejan en la orfandad a una niña de un año con siete meses de edad.

Su último mensaje en Facebook lo escribió a 17: 21 horas, el mismo día que la mataron.

“Familia y amigos, me pueden ayudar a compartir una vez más la imagen de Brayan, así como también les pido que lo mantengan en sus oraciones, se los agradezco con el corazón. Muchas muchas gracias”, posteó.

“Te vamos a encontrar mi amor, espérame un poco más. Por favor, si tú sabes dónde está házmelo saber, sólo quiero poder tener una poca de paz. Ya son 7 meses 8 días sin saber de él y ya no creo poder continuar más. Ayúdame Dios mío”.

Pese a su dolor, Aranza colaboró con otras personas en la misma situación: buscando en cerros y terrenos baldíos alguna pista para encontrar a sus seres queridos.

“Quizá no te vaya a encontrar de la manera que yo quisiera, pero eso sería más fácil de asimilar a esta tortura que significa el no saber dónde estás”, escribía en sus redes.

“No temas mi amor, aunque el tiempo no nos apremia, aquí seguiré y lo haré el tiempo que sea necesario. Te amo y te buscaré siempre hasta que puedas regresar a casa con todos los que te amamos y te estamos esperando”.

Guerreras Buscadoras de Sonora lamentó la muerte de una persona cuyo único objetivo era que su esposo regresara a casa junto a su pequeña hija.

“Te arrancan de nuestro lado dejando un gran dolor en nuestro colectivo”, manifestó.

De acuerdo con el Observatorio Sonora por la Seguridad, en promedio cuatro personas desaparecen y 5.7 son asesinadas en un día en el Estado.

“Es una pena y una vergüenza a quienes buscan a sus personas desaparecidas y ofrecen el apoyo a otras personas en el mismo dolor, les arrebaten la vida”, señaló ante la muerte de Aranza.

No podemos acostumbrarnos a la tragedia ni quedarnos en silencio, advirtió.