Eso de ser más fuertes que nunca es aplicable a la gastronomía, tanto desde el punto de vista de negocio (restaurantes, proveedores, grandes superficies de víveres…), hasta el de nuestra forma de alimentarnos.

Una mayor preocupación por la calidad de lo que ingerimos y el miedo a gastar desmesuradamente en comercios de alimentación, merecen una reflexión acerca de lo que pasará este 2021.

Súper alimentos

La obsesión por ingerir ingredientes que refuercen nuestro sistema inmunológico los ha puesto de moda.

Son productos que reúnen una gran concentración de minerales, vitaminas o proteínas.

Encabezan el ranking el té verde, arándanos, bayas goji, cacao puro, chía, cúrcuma, matcha, agua de coco, maca, brócoli, aguacate, quinoa y moringa, aunque existen muchos más.

El revés: Tendrían que ser comparados con el resto de los productos tradicionales que pueden tener los mismos e incluso más nutrientes esenciales.

Alimentos funcionales

Van un paso más allá, pues aportan un beneficio superior a los nutrientes tradicionales al ser enriquecidos con vitaminas, minerales, probióticos, ácidos grasos omega 3 o fibra.

El fin es reducir riesgo de enfermedades concretas o ayudar a reducir sus efectos, teniendo una función específica.

El revés: Muchas personas abusan de estos productos sin ser necesario, ya que una alimentación correcta debería ser suficiente para cualquier persona sana.

Probióticos y fermentados

Mejoran la salud de nuestro organismo, facilitan la digestión y la absorción de nutrientes, y fortalecen el sistema inmunológico.

Quesos, yogur, cerveza y encurtidos siempre han estado en nuestra dieta, poniéndose recientemente de moda otros más exóticos, como el ajo negro, el tempeh, el chucrut, la kombucha, el kimchi y el kéfir.

El revés: La búsqueda de alimentos exóticos nos hace gastar más para obtener los mismos resultados.

Sustentable, orgánico, ecológico y biológico

El cuidado del planeta, garantizándole un futuro a nuestros hijos es hoy más que nunca una preocupación.

Adoptar como filosofía la sustentabilidad nos aleja de consumir carnes rojas y productos procesados, aumentando la cantidad de vegetales y productos locales de temporada.

Evitar el cambio climático, respetar la biodiversidad y proteger los ecosistemas es prioritario.

Los productos orgánicos, ecológicos y biológicos además de no utilizar pesticidas, herbicidas o fertilizantes artificiales garantizan origen natural y ausencia de manipulación genética.

El revés: Estos productos suelen ser más caros y no todo el mundo tiene acceso a ellos.

Proteína y productos light

Tras casi un año de escondernos en casa y renunciar a la vida social, muchos han abandonado también sus hábitos alimentarios y de ejercicio, cayendo en lo cómodo: comidas procesadas y deporte de sofá.

La escalonada vuelta a la normalidad hará que muchos vuelvan a preocuparse por su estado de salud e imagen, incrementando el consumo de proteína, vegetales y productos light.

El revés: Los alimentos ricos en proteína como el pescado o la carne suelen tener un precio más alto.

Al mismo tiempo, no todos los productos light tienen menos calorías y, por lo general, suelen reducir nutrientes básicos.

Adiós a lo virtual

Cursos, catas, demos, clases de cocina y demás asuntos virtuales se irán dando de baja en nuestro día a día.

Nuestra alimentación en casa será rápida pero sana.

La sensación de haber perdido demasiado tiempo delante de una pantalla nos hará huir de lo virtual a favor del contacto humano.

¿Y fuera de casa?

Restaurantes de producto

Tras una crisis, el producto siempre vence a la innovación.

Sitios con la materia prima como protagonista, cantidades generosas y garantías de trazabilidad y sustentabilidad triunfan por encima de técnicas modernas, diseño y modificación de texturas.

La alta cocina agacha la cabeza a favor de la tradición.

Sustentables y responsables

Como ocurre en la compra diaria, muchos clientes buscan la responsabilidad social y el chef comprometido con el entorno.

Triunfan las cartas breves con producto local y de mercado.

Para llevar

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Continúa la época dorada del servicio a domicilio y para llevar, siempre que sean recetas tradicionales, preferiblemente congeladas o envasadas al vacío, y que apenas requieran calentar y servir.

Pet friendly

La pandemia provocó que la adopción de mascotas y animales de compañía proliferara; si no eres pet friendly, vas a contracorriente.

Ambiente por encima del valor gastronómico

Jóvenes y no tan jóvenes saldrán en busca de vida social.

Lugares de cocina casual, cuyo diseño diáfano permita lucir palmito, encontrar caras conocidas y descubrir nuevas.

Importan el diseño, la música y la hora de cierre; cuanto más tarde, mejor.

Terrazas y aire libre

Hemos pasado demasiado tiempo encerrados como para volver a hacerlo de motu propio, así que terrazas, jardines, aire libre y diseños rústicos serán los más buscados.

Créditos

Textos: María Forcada.*

Edición Elementor: Alejandro Vizzuett.

 

*Periodista gastronómica y directora de contenidos de Millesime

 

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