Situación real

El rechazo laboral es una realidad, no importa si eres estudiante, recién egresado o profesionista con trayectoria.

Y si bien se trata de una situación incómoda o poco favorable, es importante saber cómo lidiar con dicha experiencia para que no repercuta ni en el ámbito personal ni en el profesional.

¿Te interesa saber cómo aprovechar esta vivencia a tu favor? Sigue leyendo.

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No busques culpables

El rechazo no es sinónimo de haber hecho algo mal o fallado en algún aspecto. En ocasiones, la contratación puede responder más a la sinergia entre postulante, empleador y entrevistador más que a tener los conocimientos o habilidades requeridos para el puesto.

Por ello, es recomendable darse el tiempo para procesar las emociones que puedan surgir ante la negativa sin que esto signifique encasillarse en ellas.

Como indica el portal Targetjobs, se trata de una experiencia que le ocurre a cualquiera, incluso a los CEOs, líderes mundiales, bestsellers y otras personas con “éxito”.

Si la vivencia fue abrumadora o se requiere apoyo para procesarla, se puede hacer un listado de todos los logros y actividades completadas satisfactoriamente en el último año. Eso ayudará a recordar los avances alcanzados.

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Tómate un descanso

Cuando se han tenido varias consecutivas negativas es posible desarrollar un sentimiento de fatiga.

Dentro de este contexto, y si la situación individual lo permite, es altamente recomendable tomarse un tiempo para descansar.

Las vacantes no se detendrán ni dejará de haber búsqueda de talento, lo que otorga el tiempo necesario para evaluar qué puede estar afectando la empleabilidad, escoger nuevas metas profesionales o sólo despejarse.

Quienes desarrollan una especie de pánico y empiezan a postularse a cualquier vacante, independientemente de si cumplen con los requisitos solicitados, tendrán una alta probabilidad de experimentar más rechazos.

Pide retroalimentación

A veces, las negativas de empleo vienen acompañadas de retroalimentación. En caso de que no, suele ser buena idea mandar un correo preguntando cuáles son las áreas de oportunidad. Se deben considerar formas de aprendizaje.

Además, en ocasiones un correo conciso y formal en el tema puede evidenciar el interés por trabajar en determinada industria y, por tanto, abrir oportunidades laborales en el futuro.

El e-mail debe ser cordial, estar dirigido a una persona en concreto, generalmente quien realizó la entrevista o notificó el rechazo e incluir tanto un agradecimiento por el tiempo brindado como una expresión que transmita el interés por trabajar en la empresa en cuestión.

Posteriormente, se debe preguntar por la retroalimentación para mejorar en caso de ser un recién graduado o no tener una amplia trayectoria profesional.

Pule tu CV

El tiempo entre aplicaciones y entrevistas es perfecto para robustecer el currículum.

Se pueden elegir cursos o diplomados a cursar o talleres enfocados en el desarrollo de ciertas habilidades con base en los requerimientos de las postulaciones no exitosas.

Del mismo modo, se pueden incorporar nuevas experiencias que agreguen valor al CV, como puede ser un voluntariado, o hacer una autoevaluación sobre aspectos a mejorar durante la entrevista o en las pruebas de los procesos de selección.

¿Eres claro en tus intenciones al solicitar un puesto de trabajo? ¿Has sido demasiado modesto con tus habilidades y conocimientos? ¿Cómo puedes personalizar más tu CV para que destaque? ¿Estás buscando en los sitios de trabajo indicados? Son algunas de las preguntas que puedes buscar responder en dicho lapso.

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Fuentes: Targetjobs, Chloe Lane en Top Universities, Holly Seglah en THE Student, Oxford University Careers Service, University of Nottingham e Indeed.

Edición: Abel Vázquez

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