¿Por qué negociar?
Hoy en día, es frecuente encontrar vacantes laborales en las que se prefiere emplear cláusulas como “Se ofrece salario competitivo” o “Salario superior a la competencia” en lugar de revelar el salario del puesto.
Dentro de este contexto, se vuelve necesario que los postulantes sepan cómo negociar un buen sueldo durante la entrevista de trabajo, así como responder la pregunta “¿cuál es tu sueldo deseado?”, a fin de capitalizar correctamente sus conocimientos y habilidades.
En este sentido, Ana Lilia Acosta, coordinadora del área de Inserción Laboral de la Universidad Intercontinental (UIC) y OCC Mundial dan sugerencias al respecto tanto a profesionistas con experiencia profesional comprobable como a recién egresados.
Halla el momento oportuno
A decir de Acosta, el momento más común para hablar del salario suele ser al final de la entrevista laboral, ya sea porque el reclutador lo saca a colación o porque el postulante aprovecha el espacio de preguntas y comentario ofrecido.
“¿Podemos abordar el tema del salario?” y “Me gustaría tocar el punto del salario de la vacante” son dos formas de introducir el tema de forma calmada, menciona la especialista.
Investiga con antelación
Para poder negociar el aspecto salarial, se requiere saber cuánto paga en promedio el mercado laboral.
Por ello, es recomendable que los candidatos investiguen previo a la entrevista cuál es el sueldo promedio de su carrera universitaria y de los puestos al que se aspira.
El Observatorio Laboral de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social, el estudio Compara Carreras del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), así como portales especializados en la búsqueda de empleo, como OCCMundial, Indeed, ManpowerGroup, son buenos referentes en este aspecto.
Otras opciones, añade, son buscar en Google la vacante con su salario correspondiente o revisar en redes sociales, con conocidos o personas que laboran ahí.
Aprende a vender tu trabajo
No importa si se es recién egresado o profesionista con experiencia, es fundamental que los candidatos no se menosprecien y sepan vender su trabajo, afirma.
Esto es: mencionar y enfatizar resultados alcanzados, logros obtenidos, el valor que se puede aportar a la empresa, las herramientas tecnológicas que se dominan y los conocimientos para hacer un buen desempeño de conseguir el puesto.
Para conseguir, aclara Acosta, se puede añadir un enlace web al portafolio laboral del candidato en su currículum vitae e inclusive exponer brevemente y de forma concisa de uno a máximo tres ejemplos en la entrevista laboral.
Esto permitirá al candidato mostrar su capacidad de análisis, de síntesis y de comunicación efectiva en la vida cotidiana, lo que puede diferenciarlo positivamente de otros.
Haz los ajustes necesarios
La cuestión económica no es lo único a indagar.
Para hacer una contraoferta apropiada, se deben considerar algunas variantes de la empresa, como el tamaño, la antigüedad y el sector en el que se desenvuelve.
“Una microempresa difícilmente ofrecerá el mismo salario que una empresa más consolidada o de carácter trasnacional”, enfatiza la Coordinadora de Inserción Laboral en la UIC.
Por eso, es común que este tipo de corporativos compensen un sueldo más bajo con diversas prestaciones, tales como seguro de gastos médicos, crecimiento académico y profesional, flexibilidad de horario, vales de restaurantes o despensa, home office e inclusive cercanía.
Para saber qué elección tomar, la especialista sugiere reflexionar sobre el plan de vida y las posibilidades de crecimiento reales ofrecidas.
Piensa más allá de la frontera
En opinión de la experta, los jóvenes deben pensar también más allá de las fronteras, es decir, considerar también empresas en otros países como sus posibles objetivos laborales.
Los candidatos con dominio de idioma y certificaciones de software demandadas por el mercado suelen ser prospectos interesantes para reclutadores en el extranjero.
Los puestos pueden ser completamente a distancia, lo que permite el trabajo internacional desde casa o presenciales. En este caso, algunas empresas ofrecen apoyo con los gastos de visado, pasaporte y traslado.
Las personas interesadas en explorar esta alternativa pueden acercarse a las bolsas de trabajo de sus universidades, preguntar por los convenios existentes en sus respectivas casas de estudio o indagar por cuenta propia.
La pregunta del millón
En opinión de Acosta, la pregunta “¿cuál es tu salario deseado?” debe ser respondida con una cifra cerrada.
“Si se pone un rango, se deja abierta la posibilidad y es muy probable que la empresa escoja la cantidad más baja”, indica.
Además, la cifra debe considerar las habilidades, aptitudes y los conocimientos del postulante.
A lo anterior suma el realizar preguntar que permitan aclarar dudas cruciales en el rubro, como si es un salario neto, si hay aumentos tras cumplir con algún tiempo de prueba, aprobar evaluaciones o tras determinado lapso.
“Si se llega a la negociación, deben solicitar que la nueva oferta aceptada por las partes se establezca por escrito. Esto les dará un respaldo”, puntualiza.
El arte del habla
De acuerdo con Indeed, habrá ocasiones en las que se requiera hacer una contraoferta o proseguir la negociación del salario.
En estas situaciones, el portal de búsqueda de empleo sugiere emplear frases que apelen a un tono conciliador y eviten el uso del imperativo, que transmitan una postura conciliadora e inclusive la experiencia previa. Algunas de éstas son
+ “Me sentiría (más) cómodo con un salario…”
+ “Podemos considerar la posibilidad de…”
+ “Me gustaría encontrar un punto medio.”
+ “Según mi propia investigación…”
+ “Mi anterior sueldo estaba dentro de lo aceptable en el sector.”
+ “Creo que mi valor profesional se incrementó desde entonces.”
Fuentes
+ Ana Lilia Acosta, coordinadora del área de Inserción Laboral de la Universidad Intercontinental (UIC)
+ OCC Mundial México
+ Indeed México
Créditos: Abel Vázquez
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