
Además de ser un diferenciador al buscar empleo, el conocimiento de varios idiomas permite a los candidatos acceder a más y diversos puestos de trabajo
Por ello, es recomendable que los aspirantes con los conocimientos suficientes en otras lenguas sepan cómo insertarlos en su currículum.
“La clave para incluir las habilidades lingüísticas en tu CV es conociendo cómo se indica, de forma adecuada, el nivel de competencia”, señala el motor de búsqueda de empleo Indeed.
Lectura, escritura, escucha y habla son los cuatro aspectos a destacar y que permitirán a los empleadores saber qué tan eficiente serás para una vacante concreta.
¿Dónde va la información?

La locación de los datos dentro del currículum dependerá de la vacante.
Si en la descripción del empleo y el listado de requisitos no aparece explícito el dominio o conocimiento de una lengua, podrá incorporarse en el apartado de habilidades o junto a otras credenciales relevantes para el puesto.
En caso de sí se haga mención o se especifique, lo ideal será colocar la información en una sección aparte.
Los idiomas no sólo denotan un conocimiento técnico de una lengua, sino también la capacidad de adaptarse, de interactuar con personas de distintas latitudes y el interés por aprender nuevas habilidades.
¿Cómo se hace referencia?

De acuerdo con el motor de búsqueda de empleo Indeed y Yale University, se pueden usar cuatro términos: básico, conversacional, competente y fluido.
+ Básico: significa que la persona sólo conoce ciertas frases y palabras simples. No se tiene la capacidad para mantener conversaciones.
+ Conversacional: si bien la persona puede tener dudas con respecto a la elección de palabras o la construcción de frases, es capaz de platicar con otros.
+ Competente: indica que el individuo se siente cómodo para expresarse en determinada lengua, ya sea en formato oral o escrito.
+ Fluido: señala el dominio de la lengua y la capacidad para darse a entender sin dificultades del mismo modo que lo haría un hablante nativo.
Con aval

Otra forma de dar a conocer el conocimiento en torno a una o varias lenguas es mediante el uso de clasificaciones internacionales, especifica Universia.
+ El Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas (MCER) es uno de los populares. Clasifica las competencias lingüísticas de una persona, son seis niveles: básico (A1 y A2), intermedio (B1 y B2) y avanzado (C1 y C2).
+ Los exámenes oficiales o certificaciones varían de acuerdo con el idioma y la organización evaluadora. En inglés existen varios, como el TOEFL y el IELTS, el árabe emplea el CIMA, el chino el HSK, el francés el DALF o el DELF, el ruso el TOERL y el español el DELE o el SIELE.
+ Autoevaluaciones y plataformas online de prestigio.
Quienes cuenten con dichas certificaciones vigentes pueden colocarlo de forma explícita en el CV.
Ejemplos

Si los idiomas se colocan en un apartado exclusivo, se pueden expresar del siguiente modo:
Idiomas:
Español: lengua nativa
Inglés: nivel C1 (avanzado) – Certificado TOEFL
Alemán: nivel A2 (básico) – competencia en lectura y comunicación básica
Italiano: nivel B1 (Intermedio) – buena comprensión oral y capacidad de conversación; escritura y lectura competentes.
Se pueden detallar las habilidades específicas a fin de dar una mejor idea de las funciones que podrás desempeñar en dicha lengua.
También es posible detallar experiencias internacionales, como en el siguiente ejemplo:
Alemán: nivel B2 (Intermedio) – utilizado diariamente durante un intercambio académico en Berlín.
Fuentes: Indeed, Yale University y Universia.
Información: Abel Vázquez
Edición: Ana Gabriela Rezc
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