1. Privilegia la compra de alimentos en mercados

Comprar tus alimentos en mercados o tiendas barriales no solo activa la economía local, sino también reduce sustancialmente la cantidad de embalajes que se generan desde su lugar de origen a tu mesa, en comparación con los que se usan para vender en supermercados.

Elegir tus frutas exhibidas en el mostrador es más sostenible que tomarlas de un refrigerador que las almacena en cajas desechables envueltas en film plástico o peor aún, cubiertas de unicel. 

2. Lleva a todos lados bolsas o cajas reutilizables

Para complementar el punto anterior es necesario que lleves contigo tus propias bolsas reutilizables, de preferencia de tela o plástico reciclado, para evitar el consumo de más embalajes. 

Como aquí lo importante es reducir la cantidad de residuos, aprovecha lo que tengas a la mano para reutilizar, si son cajas de cartón o bolsas de plástico, echa mano de ellas para transportar tus compras y acostumbra traerlas en la cajuela de tu auto o en tu bolsa de mano.

3. Pide que rellenen tus propios 'tupers'

Si vas a pedir comida para llevar, no olvides llevar tus ‘tupers’ y cubiertos. Colocar tus alimentos en envases propios evita el uso de bolsas plásticas y platos de unicel que además de contaminantes son dañinos para la salud, ya que al calentarse dejan residuos en la comida.

Si tienes un negocio, incentiva a tus clientes a traer sus propios envases otorgando a cambio descuentos o promociones, verás que da resultados.

4. Evita sanitizar con toallas desechables

La venta de pequeñas toallas desechables para sanitizar superficies se ha popularizado, pero debes evitarlas porque son de material plástico que no se degrada. En sustitución a esto, prefiere la limpieza de superficies con toallas de tela que puedas lavar y reutilizar.

5. Racionaliza el agua potable

El lavado constante y pulcro de manos es una de las herramientas más simples y eficaces para evitar infectarse del virus causante del Covid, pero ello implica un uso racional del agua.

Por ningún motivo te enjabones las manos mientras corre el agua del grifo, ábrelo hasta que vayas a enjuagarte. Además, asegúrate de que no haya fugas en tu casa y si las tienes repáralas de inmediato, no hay condiciones para desperdiciar este recurso natural.

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