A 130 kilómetros de Tokio está Nikko, una de las ciudades más interesantes de Japón. A pesar de su pequeño tamaño, la importancia de este destino reside en sus atractivos turísticos: los templos y el Parque Nacional de Nikko. Estos templos, declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, se encuentran inmersos en el parque mencionados y se han convertido en uno de los mejores ejemplos de la tradición japonesa.
Consisten en más de 100 estructuras sagradas en torno a dos santuarios sintoístas y a un templo budista, todo ello aderezado con la impresionante naturaleza de la zona.