EN LAS ENTRAÑAS DEL ECOMMERCE

En las afueras de Ciudad de México, en la Avenida Ingenieros Militares, unos camiones salen del centro logístico de Melonn cada cierto tiempo. En la parte de carga, los vehículos almacenan una variedad de paquetes, desde gadgets, maquillaje, hasta libros, los cuales se entregan en toda la República Mexicana.

Los conductores se desplazan por las intrincadas arterias del País hasta poner en las manos del comprador su producto. Esta escena es mayormente conocida al comprar en el ecommerce, pero ¿qué ocurre antes?, ¿qué pasa después de dar clic en ‘Comprar‘?, ¿cómo saben qué es mío y qué de otros?

José Rodríguez, vicepresidente de logística de Melonn, nos ayuda a responder esta y otras interrogantes.

PRIMEROS PASOS

Lo que ocurre primero, luego de dar clic en comprar en sitios como Mercado Libre, Marketplace de Facebook, Amazon o Liverpool, es la generación de un portafolio de venta en el sistema de Melonn, el cual contiene datos útiles para identificar, almacenar y enviar la mercancía. 

Luego ocurre la recepción del producto en la zona de descarga. El producto arriba a la instalación de dos maneras: entregada por la empresa o recolectada por la startup. Melonn ofrece el servicio fulfillment, una metodología de entrega que abarca desde la concreción de la venta hasta la entrega del producto.

El siguiente paso es una verificación de calidad, es decir, revisar que la descripción del sistema coincida con la del producto y evaluaciones físicas, por ejemplo, checar que el código de barras sea legible. Una vez termina la evaluación, se revisa en Órbita, el sistema de gestión de almacén (WMS, por sus siglas en inglés) hecho por Melonn. 

Allí se conoce el lugar que tendrá la mercancía en los estantes; aquí la Inteligencia Artificial entra al juego, pues determina la mejor zona para guardar un artículo, con el fin de eficientizar el proceso. La IA asigna la zona más conveniente de un artículo según el tipo de entrega, caliente o fría, es decir, si es envío inmediato o no, y su tamaño.

ALMACÉN Y PICKING

Rodríguez afirma que la infraestructura del centro de logística no es gigante, como los almacenes de Amazon, porque se enfoca en productos de envío rápido. No obstante, en temporadas como Hot Sale, Buen Fin y Navidad es capaz de escalar operaciones. Cuenta con clientes que manejan entre 10 mil y 15 mil órdenes al mes.

Sea como sea, el producto que llega a Melonn, se distribuye en estantes antes de su embalaje. Luego de ello, el siguiente paso es el picking o recolección del producto en el estante y llevarlo a la zona de empacado. Para rastrearlo entre miles de productos, cada uno cuenta con una etiqueta.

En la plataforma Órbita, un empleado revisa y selecciona una de las órdenes disponibles de picking en un lector de códigos. Las órdenes contienen datos como el pasillo de ubicación, que va desde 1A hasta 1K, la posición del rack (estante) y el nivel. Para recolectar, el sistema pide tomar una canastilla, lo que Melonn llama método de contención o bin.

Al tomar uno de estos recipientes plásticos se escanea el código adherido a él, luego se acude al lugar que marca el sistema y se escanea la etiqueta pegada al estante. Al hallar el producto se escanea el código de barras para verificar que se trata de él. En ambos casos, si se registra un código distinto al de la orden, el sistema no permite continuar con la recolección, esto con el fin de limitar el error humano y tomar una mercancía errónea.

EMPAQUETADO

El siguiente destino del viaje es la zona de empaquetado. Aquí la historia es muy similar. La persona empacadora escanea el código de barras para verificar primero que se trata del producto y que cumpla con la descripción. Luego, el sistema arroja sugerencias del embalaje, según las características de la mercancía, y añadir medidas de seguridad, como plástico protector, en caso de ser necesario. Melonn ofrece opciones de empaque ecológico si el vendedor lo desea.

Después, entra al juego Selecto, una parte del sistema Órbita que selecciona opciones de envío en distintas paqueterías de acuerdo con las condiciones del empaque y el área a donde se dirige. En la pantalla de una tablet, la empacadora elige la opción que más le convenga. Rodríguez asegura que Melonn dará prioridad a empresas que cuenten con una valoración media de servicio del 95 por ciento, con el fin de garantizar la satisfacción del cliente.

Al elegir una opción de envío, enseguida se envía una señal a la compañía, que puede ser Fedex, y esta devuelve un número de guía, la cual se registra automáticamente en ambos sistemas. Posteriormente, en automático se imprime la mencionada guía con todos los datos e información necesarias para llevar el producto al cliente final.

“La ventaja es que no tenemos que hacer nada más, ni el cliente ni nosotros, entonces ya generamos la guía de entrega. Ya le enviamos la información a la paquetera y que tiene una promesa de entrega específica para un destino en particular”, expresa Rodríguez.

Finalmente, la penúltima parada de los paquetes son unas tinas de color azul, las cuales también tienen códigos QR para identificar qué tipo de paquetes alberga así como la fecha y hora de salida de las instalaciones. El último componente tecnológico es durante el viaje. Al subir los paquetes a los vehículos de entrega, Melonn sugiere rutas inteligentes para que la distribución de paquetes permita ahorrar combustible y generar menos contaminantes.

EMPRESA FLEXIBLE

Entre los clientes de Melonn encontramos a Phillips, Xiaomi, Motorola, Canon Mexicana, Penguin Random House Republic Cosmetics. Cuenta con otros dos centros logísticos en México, uno en Jalisco Nuevo León.