Francisco De Haro Jiménez

Con una vida muy feliz y plena, la cual disfrutó a cada momento siempre con una sonrisa, historia, chiste o consejo, así recuerdan sus seres queridos a Francisco De Haro Jiménez tras su sensible fallecimiento.

“Paco”, como nombraban de cariño a Francisco De Haro Jiménez, siempre procuró estar cerca de sus amigos, en las buenas y en las malas, lo que le ganó un lugar muy especial en el corazón de cada uno y fue el claro ejemplo de que “él que persevera alcanza”, por sus logros tanto personales como profesionales.

Junto a sus hijas, Jane De Haro, Francesca De Haro y Paola De Haro, y su yerno, Diego Luna y Parra, en Mendoza, Argentina, último viaje que realizó este enero para celebrar Año Nuevo.

Francisco De Haro Jiménez nació en la Ciudad de México el 5 de noviembre de 1955 del matrimonio conformado por Miguel De Haro López y Maria Elisa Jiménez Villaseñor, con quien tuvo una infancia feliz al lado de sus hermanos, Miguel y Carlos.

Al concluir sus estudios en la ciudad que le vio nacer, en 1972, cuando aún no cumplía sus 20 años de edad, descubrió tener un excepcional olfato para los negocios y abrió su propia firma dedicada a la venta de camisetas.

Mi papá fue mi más grande ejemplo, me enseñó el valor del esfuerzo, perseverancia y el trabajo duro; que la vida es para disfrutarla rodeada de la gente que quiero y que me hace feliz, y a estar ahí para las personas, como él estuvo para mí. Siempre me voy a acordar de él con una sonrisa. Gracias por tanto y por todo papi”.

En 2021, (Atrás) Abelardo Monroy, Diego Luna y Parra, Paty Sainz y Eduardo Jaime. (Adelante) Francisco De Haro, Paola De Haro, Jane De Haro y Francesca De Haro con Eduardo Romero, al celebrar su cumpleaños 65.

Inició con este emprendimiento de ofertar estas piezas en las discotecas de Acapulco, con lo que obtuvo gran éxito. Al ver esto, pensó que aparte de esta prenda, todo artículo promocional tenía un potencial, por lo que, en 1978, fundó De Haro Publicidad, incluyendo la venta de agendas.

Fue en la década de los 80 cuando Francisco De Haro Jiménez conoció a la que fuera su ex pareja, Jane Marin-Foucher, con quien duró casado por más de 20 años y vio crecer a sus tres hijas, Jane, Paola y Francesca.

Siempre lo recordaré con muchísimo orgullo por el éxito tan grande que tuvo al crear De Haro Publicidad desde cero. Nos enseñó que, con esfuerzo, perseverancia y pasión, podemos alcanzar cualquier sueño que nos propongamos, y que la vida es muy corta como para tomarla tan en serio, así que, de ahora en adelante, me propondré a disfrutar cada momento como él siempre lo hizo. ¡Te quiero infinito, Chucho!”.

En 1956, con su mamá, María Elisa Jiménez
Con sus hermanos, Carlos De Haro y Miguel De Haro
En 1995, con Paola De Haro y Francesca De Haro, Jane Marin-Foucher y Jane De Haro, en Monte Albán.
Previous slide
Next slide

En 1996, Francisco De Haro Jiménez inició su camino en el rubro creando un primer espacio de publicidad para vías públicas llamado el Publimóvil, el cual, desde entonces, ha sido copiado en múltiples ocasiones para dar pie a lo que ahora se conoce como vallas móviles.

Ya con los medios exteriores en mente, Paco y su equipo lanzaron la publicidad en puentes peatonales, con el nombre de Megatop.

Me voy a acordar de mi papá como mi guía y mi roca, apoyándome, aunque no estuviera de acuerdo con algunas de mis decisiones, y aconsejándome con mucho amor. Fue un gran papá y abuelo que vivió según sus reglas y fue muy feliz. No puedo estar más orgullosa de él y agradezco el extraordinario ejemplo y legado que nos dejó”.

En 2018, con su familia celebró Navidad.
En 2022, junto a sus nietos, Diego y Pablo.

Siguiendo luego con casetas de periódicos, puestos de boleros, torres informativas y varios otros tipos de mobiliario urbano que a la fecha pueden verse en las principales ciudades de todo este país. Así su empresa, después de 45 años, continúa siendo una de las más sólidas del sector.

Sin duda, “Chucho” o “Hololoso”, como también le apodaban los suyos a Francisco De Haro Jiménez, dejó un enorme hueco en el corazón de muchas personas, pero, también, una gran paz y felicidad, porque sus seres queridos saben que él siempre vivió y partió como quiso, con una sonrisa en su rostro. Descanse en paz.

Como una persona divertida, ocurrente, alegre, cariñosa y trabajadora es como recordarán a Francisco De Haro Jiménez.