Trabajador, honesto y un persona que siempre buscó el bienestar de sus seres queridos, así recordarán a José Alverde Losada tras su sensible fallecimiento.
Nació el 16 de diciembre de 1967 en la Ciudad de México. Fue hijo del matrimonio conformado por Jaime Alverde y Rosa María Losada, con quienes disfrutó de una gran familia junto a sus cuatro hermanos, Ángel, Jaime, Juan Carlos y Rosa María.
José Alverde Losada se graduó de la licenciatura de Administración de Empresas por la Universidad Iberoamericana y obtuvo el grado de maestro en Administración de Empresas por la Universidad de Texas, en Austin.
El hombre de negocios fue director general de Desarrolladora A&L S. de R.L. de C.V., empresa mexicana dedicada al desarrollo de complejos residenciales, comerciales y oficinas, integrando todos los factores de la sustentabilidad en lo social, económico y ámbitos ambientales, desde 2008.
Fue un querido amigo, maestro de vida y parte de nuestra historia. Reciban las familias Alverde, Losada y Alverde Lanzagorta nuestro más sentido pésame”.
Además, José Alverde Losada ocupó el cargo como integrante del Consejo de Administración de Gigante, a partir de abril de 2004, y miembro de la compañía financiera LIV Capital Acquisition Corp. II.
“Pepe”, como le nombraban de cariño, siempre se hacía presente en la vida de todos, buscando la manera de escuchar, aconsejar y sacar una sonrisa a los demás.
Su familia, la gastronomía, el pádel y viajar por distintos lugares de México eran algunas de sus grandes pasiones.
Los que lo conocieron coinciden en que deja una estela de alegría y bondad en el corazón de sus hijos, Marisol, Pepe, Belén y Pablo, familia y amigos, pues su ejemplo de amor permanecerá en ellos. Descanse en paz José Alverde Losada.
Con tu ejemplo, nos ayudaste a ver la vida como debe ser, a vivir cada momento en el presente y disfrutar lo bueno, malo y regular. Todos los que nos cruzamos contigo te vamos a extrañar y nos dejas con el corazón abierto”.
¡Te vamos a extrañar mucho!, tenemos otro ángel en el cielo”.
Pepe, siempre estarás en nuestro corazón”.
Pepe fue un hijo excepcional. Durante su enfermedad nunca se quejó, al contrario, siempre luchaba . Fue un guerrero que nos enseñó a vivir sin condiciones. ¡Un ejemplo de fortaleza y lucha! Pepe estarás siempre en nuestros corazones: tu familia.