1918-2021


Para los seres queridos de Guillermo Sesma Castellanos, la forma en la que vivió se convirtió en un ejemplo de honestidad, rectitud y enseñanzas, pero también de gozo por la vida y grandes historias, por lo que para honrar su memoria, sus descendientes lo recuerdan como un modelo a seguir.  Nació el 25 de noviembre de 1918 en Nuevo Laredo, Tamaulipas, hijo del matrimonio formado por Manuel Sesma y Elvira Dolores Castellanos; fue el hermano menor de Manuel y Julia Alicia.

Julio Vattani, Guillermo y su esposa, Bertha

Su infancia fue difícil, pues en el mundo se vivía la gripe española y, posteriormente, la Gran Depresión; además, sufrió el fusilamiento de su padre, por lo que la familia tuvo que mudarse a San Antonio, Texas, donde estudió la primaria, secundaria y preparatoria en la Breckenridge School and High School.  A los 18 años, regresó a México y entró a la Escuela Superior de Comercio y Administración del Instituto Politécnico Nacional para estudiar Comercio y Contaduría; además, cursó un diplomado de Propiedad Industrial, con lo que obtuvo las bases para alcanzar el éxito profesional.

En su primer año de vida

 La pasión por su carrera y el esfuerzo lo llevaron a ser agente de propiedad industrial y socio propietario de Goddrich, Dalton, Little & Riquelme Asociados durante 70 años, pero también alcanzó distintos logros, como convertirse en presidente de la Asociación Mexicana de la Propiedad Industrial y de la Asociación Latinoamericana de la Propiedad Industrial. También fue catedrático y conferencista en la Universidad de Alcalá de Henares y en la Universidad de Salamanca, en Sevilla.

A los 18 años, entró a la Escuela Superior de Comercio y Administración del IPN para estudiar Comercio y Contaduría.

Sin embargo, donde más dejó huella fue en el corazón de sus seres amados, pues su vida estuvo rodeada de la familia que inició junto a su esposa, Bertha Mauleón, con quien contrajo nupcias el 6 de marzo de 1943. Con ella tuvo a sus hijos, Guillermo Alejandro y Carlos Manuel Sesma, quienes, a su vez, lo convirtieron en un amado de abuelo de Guillermo Alejandro y Jesús Sesma Suárez y Carlos Manuel y Alejandro Sesma Minvielle.

El 6 de marzo de 1946 se casó con Bertha Mauleón.

Sus bisnietos, Paulina, Pamela, Santiago, Dominique, Nicolás y Victoria Sesma, tuvieron la fortuna de convivir con don Guillermo, quien los llenó de anécdotas y cariño. Sus 102 años los vivió como un apasionado de la lectura, la caminata, el beisbol y el golf, pero también de la música y la vida bohemia, sin faltar nunca a sus compromisos laborales y teniendo como prioridad siempre a sus descendientes, quienes aún lo llaman de cariño “Daddy”.

En 1943, con Sixto González, en Polanco.
Guillermo y Carlos Sesma con su padre, Manuel Sesma

Así lo recuerdan sus seres queridos

Regina Seemann, don Guillermo y su nieto, Guillermo Sesma

Siempre recibí de él todo el amor, cariño, grandes momentos y me hizo muy especiales todos mis 14 de febrero, pues en cada fecha tenía mis chocolates; un adorado caballero”.

Regina Seemann, esposa de Guillermo Sesma

Para mí, fue una inspiración, un modelo a seguir, un amigo, mentor, pero lo más importante es que fue sencillamente mi abuelo, me apapachó, me llevó a darle de comer a las palomas, me enseñó los diferentes ritmos de vida, juntos cantábamos canciones de Agustín Lara y Frank Sinatra, me enseñó a preparar la ensalada César; con su ejemplo me enseñó la generosidad y el agradecimiento a la vida. Estoy orgulloso de llevar su nombre y espero algún día ser el abuelo que él fue para mí”.

Guillermo Sesma, nieto
Guilermo Jesús, Guillermo, Guillermo y Carlos Sesma

Mi padre fue la representación vívida del hombre que siempre quiso trabajar para hacer el bien, definitivamente era alguien a quien le gustaba la música y la alegría, pero era muy respetuoso por su trabajo, todos los días llegaba a sus labores a las 8:30 de la mañana, era bien conocido en los restaurantes y en los centros de diversión, pero también en el área de propiedad intelectual e industrial. Nunca supe si era exigente o sólo era el hombre más ordenado, y por lo tanto, me exigía con su ejemplo, ahora me doy cuenta que mil palabras no valen, pero una acción de ejemplo, te deja toda la vida”.

Guilermo Sesma, hijo
Paulina Díaz Ordaz, Pamela, Santi, Jesús y Paulina Sesma en 2018 durante el festejo por el centenario de don Guillermo.

‘Daddy’ vivió su vida al máximo y dejó un pedacito de su corazón en cada uno de sus hijos, nietos y bisnietos. Será recordado para siempre en nuestros corazones”.

Paulina Díaz Ordaz, esposa de Jesús Sesma

Fue un hombre que a pesar
de las carencias, supo tener una vida exitosa y no me refiero a la económico. Para él, la familia era muy importante, fue muy honesto, tanto, que a los 102 años seguía pagando sus impuestos, pues decía que lo único que nos dejaba era su nombre y la verdad, además de muchas enseñanzas y cariño. Fue extraordinario bisabuelo y gran jugador de golf. Su memoria era privilegiada, sabía perfectamente todos los jugadores de futbol americano, beisbol y futbol”.

Jesús Sesma, nieto

Con información de Mariana Muñoz Z.

Fotos: Cortesía familia Sesma

Edición: Antonio Redondp