LUIS ANTONIO CHICO PARDO

“Cuídense entre ustedes, hagan el bien, y la familia unida es la principal virtud que los hombres podemos heredar en esta vida”, formó parte de las reflexiones que permeó en sus seres queridos Luis Antonio Chico Pardo, a quien recordarán como un esposo, padre, abuelo, hermano y tío extraordinario.

En mayo de 1968, con su esposa, Casilda Pizarro, durante su boda civil.

Nació en la Ciudad de México el 17 de abril de 1940. Fue el segundo hijo del matrimonio conformado por Luis Antonio Chico Mena y Fernanda Pardo Elhiche. Sus hermanos son María Elena, de 84 años; Jaime, de 71, y Fernando, de 69.

En abril de 2017, con su esposa, Casilda Pizarro, y sus hijos, Casilda, Luis Antonio y Alejandro, en un viaje por Italia.

Cursó sus estudios primarios en el Colegio México y, después, en el Centro Universitario México.

Estudió Economía y Derecho en la Universidad Nacional Autónoma de México y una maestría en Economía en la universidad inglesa The London School of Economics.

Al salir de su maestría, en octubre de 1965.

En mayo de 1968, se casó con el que fue el amor de su vida, Casilda Pizarro Corcuera, con quien formó una familia junto a sus hijos, Luis Antonio, Casilda y Alejandro.

En 1985, celebró el cumpleaños de su hermano, Fernando Chico Pardo, en Tequisquiapan.

Para mí, fue más que un hermano, siempre estaba pensando cómo ayudarme y hacerme sentir más feliz. A mis hijos los consideraba como suyos, estuvo muy cercano a ellos. Fue un gran compañero de vida, lo voy a extrañar mucho”.

Fue miembro del Consejo de Administración de empresas públicas y privadas como Asur y Carrix. Tuvo una trayectoria en la administración pública desempeñándose en las direcciones del Banco de México y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, principalmente en la división de planeación y presupuesto.

Fue director general de Banco Mexicano, vicepresidente ejecutivo de Banco Mexicano Somex, director general de Banco BCH, entre otros.

En 1994, con su esposa, en su rancho en Malinalco.

Al empresario le encantaba convivir y pasar tiempo de calidad con su esposa, hijos, sobrinos y sus 11 nietos, Luis Antonio, Xavier, Jerónimo, Josefa, Eduardo, Casilda, Javiera, Diego, Sofía, Lucila y Alexandra.

El golf y la equitación fueron su deportes favoritos, los cuales practicó de forma constante con los suyos. Otras de sus pasiones fueron viajar, cuidar de su rancho y disfrutar de su propiedad junto al mar con sus familiares.

En 2009, durante un torneo del Club de Golf Bosques.

“Guicho”, apodo con el que sus hermanos y primos se referían a él de cariño, tuvo una vida plena de lucha frente a cualquier adversidad, pues en su vocabulario no existía la palabra fracaso.

También, si alguien tuvo la capacidad para hacer grandes amigos y mantenerlos cercanos fue don Luis, quien gracias a su generosidad impulsó a las personas que lo rodeaban. Fue un hombre que disfrutó la vida, que amaba vivir, porque siempre daba y estaba rodeado de amor.

En 2019, con sus hermanos, Fernando, Jaime y María Elena.

Nuestra relación como hermanos fue íntima; Luis y Casilda compartieron conmigo su alegría de vivir, disfruté con ellos su rancho, su casa en la playa y tantos viajes que hicimos juntos. Guardaré siempre un gran recuerdo de él”.

“Bollo”, como le nombraban sus nietos, será recordado como una persona alegre, honesta y siempre presente en su familia tras su sensible deceso, producto de un daño degenerativo en los pulmones a causa del Covid-19. Descanse en paz.

Gracias a ‘Guicho’, tenemos una familia tan unida e integrada; desde jóvenes se encargó de guiarnos por la vida y esto marcó el camino para nuestros hijos. Su ejemplo y apoyo, tanto en lo personal como en nuestro desarrollo profesional, fue único. Nos ha dejado un legado excepcional, el cual, en su memoria, tendremos que continuar”.

DE PUÑO Y LETRA DE LA FAMILIA CHICO PARDO

“En nombre de su esposa, hermanos, cuñados, yerno, nueras, primos y nietos, sus tres hijos queremos agradecer el cariño y muestras de amor que hemos recibido en estos días de cada uno de ustedes.
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Todos los que tuvimos la fortuna de conocer y convivir con Don Luis o “Bollo”, como le decían sus nietos, lo recordarán como un hombre con ideas claras, pensando en la familia y los amigos, con el corazón abierto listo para ayudar al que lo necesitara.
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Siempre inquieto. Al pendiente de sus seres queridos, dando consejos con aplomo y mucha sabiduría. Sacando en todos nosotros lo mejor de cada uno.
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Gran esposo. Siempre juntos e inseparables. Disfrutando mucho a la familia y amigos. Sus lugares de paz. El rancho y la playa.
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Gran padre. Abierto a enseñarnos las cosas importantes de la vida, a formar los cimientos de cada una de nuestras familias con valores, principios, honradez y sobre todas las cosas, unión familiar.

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Gran abuelo. Dando grades consejos, haciéndolos felices, creando de cada uno de sus nietos unos jóvenes del futuro de México, contando grandes anécdotas y obteniendo sonrisas eternas.
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Un ejemplo a seguir. Para todos nosotros, un carisma envidiable, con una sonrisa de oreja a oreja, creando
grandes oportunidades para estar juntos.
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Gran hermano. Compañero de vida, guía en lo espiritual y profesional, apoyo incondicional de soporte familiar.
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Gran amigo. Ejemplo de integridad inquebrantable y pasión por servir a México y a su gente.
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Un hombre con una claridad envidiable, de mucha lectura. Le gustaba mucho estar rodeado de amigos debatiendo los puntos de controversia, siempre escuchando y dando su punto de vista.
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Muy querido por sus colegas, muy respetado por la gente que trabajo con él. Siempre buscando
lo mejor para México.

(Atrás) Luis y Luis Chico, María Teresa Hegewisch, Eduardo Riba, Casilda y Luis Chico, Casilda Pizarro, Alejandro Chico, Vanessa Pliego y Alexandra Chico. (Adelante) Josefa, Jerónimo Chico y Xavier Chico, Casilda, Diego, Eduardo y Javiera Riba, Lucila y Sofía Chico, en 2018, en una comida de Navidad.

Lamento profundamente la muy triste partida de Luis Antonio Chico Pardo, jefe, maestro y persona excepcional en mis primeros años de trabajo. Nuestras oraciones, cariños y condolencia a toda su familia, especialmente a Jaime y Fernando, amigos entrañables”.

Luis fue un hombre íntegro en todos los sentidos, inquebrantable y con gran amor a la Patria. Era uno de mis más entrañables amigos; junto a Miguel Barragán hacíamos viajes de cacería y disfrutábamos enormemente de su compañía”.