1944-2024
La sencillez, amabilidad, generosidad y ser el motor de su familia y sensible con las demás personas fue el eje de vida de Susana Alcérreca González, a quien recordarán sus seres queridos y amigos tras su sensible fallecimiento.
Susana Alcérreca González nació en la Ciudad de México el 10 de noviembre de 1944.
Susana Alcérreca González fue la tercera de cinco hijos del matrimonio conformado por Rafael Alcérreca Bordes y Margarita González Hornedo, con quien vivió al lado de sus cuatro hermanos, María Alejandra, Rafael, Javier y Jaime.
Susana Alcérreca González hizo sus estudios primarios en el Colegio Francés; después, realizó la secundaria y preparatoria en el Colegio Margarita de Escocia, para más tarde egresar de la carrera de Actuaría de la Facultad de Ciencias por la Universidad Nacional Autónoma de México.
Aunque Susana Alcérreca González tuvo su primer encuentro con el amor de su vida, Clemente Cabello Pinchetti, al coincidir en una fiesta infantil, fue hasta 6 de enero de 1965 que se conocieron en Sanborns Madero, por la amistad que existía entre sus mamás.
El 23 de julio de 1966, iniciaron su noviazgo y el 17 de febrero de 1968 decidieron casarse.
Este mismo año tuvieron su bodas civil y religiosa en la Ciudad de México, los días 26 de abril y 25 de mayo de 1968, respectivamente, y, desde ese momento, estuvieron 55 años y 9 meses de casados, hasta su deceso.
Con el cariño que se profesaban vieron crecer a sus hijos, Clemente Humberto, Alejandro y Jorge Alberto.
Previo a dedicarse de lleno como madre, Susana Alcérreca González trabajó como actuaria en Seguros la Provincial, de 1965 a 1968. También, como empresaria, de 1983 a 1986, abrió junto con una amiga un expendio de la pastelería Aranzazú.
Disfrutaba viajar por el mundo, pintar al óleo, leer novelas, ver cine y armar rompecabezas, además de que practicó tenis y golf durante varias décadas.
Gracias, muñeca, por ser el amor de mi vida y mi compañera. Siempre te llevaré en el corazón”.
CLEMENTE CABELLO PINCHETTI, esposo
“Su”, como le nombraban de cariño los suyos, ayudó a mucha gente en momentos difíciles y procuraba transmitir alegría, fortaleza y esperanza a los que trataba.
Los que la conocían a Susana Alcérreca González la recuerdan por su sonrisa y nobleza de corazón.
Amó a su familia e hizo lo mejor que pudo hasta el último día de su vida, pero su legado de amor, generosidad y solidaridad quedará permeada en su esposo, hijos y nietos, Sofía, Clemente, Lucía y Jorge. Descanse en paz.
Eras divertida, como un parque de diversiones; alegre, como un niño comprando juguetes; los momentos que pasamos los recuerdo al cantar. Tú fuiste la persona que me enseñó a brillar”.
LUCÍA CABELLO, nieta
Hoy mi corazón te llora querida tía, ‘Su’, compañera y amiga, siempre a mi lado, en las buenas y en las muy malas. Un beso hasta el Cielo”.
GUADALUPE PIÑA, sobrina
Si alguien, alguna vez pudo decir que tenía una segunda madre esa fue para mí, mi tía, ‘Su’. Nunca he conocido un alma más generosa que ella”.
CLEMENTE PIÑA, sobrino CÁRDENAS
Tuve la fortuna de conocer a un ser noble que irradiaba amor donde estuviera”.
BEATRIZ SALAZAR, amiga