El Túnel de la Loma Larga acortó el recorrido entre Monterrey y San Pedro, pero su construcción tuvo que seguir un largo camino para ser una realidad en la Ciudad.

Desde el anuncio de la obra hasta su inauguración, y la posterior puesta en marcha de obras complementarias, transcurrieron cinco años de múltiples negociaciones entre autoridades y empresarios, complicaciones financieras, una crisis económica que azotó al País, e incluso la caída de un Gobernador.

El proyecto fue anunciado el 12 de octubre de 1993, durante el sexenio del ex Gobernador Sócrates Rizzo, para solucionar los problemas de vialidad entre Monterrey y San Pedro, con un costo estimado de 330 millones de pesos, según montos de esa época.

Para encabezar los trabajos, el 28 de octubre se formó el Fideicomiso conocido como Fidevalle.

La obra del túnel formaba parte del proyecto de desarrollo de Valle Oriente, en San Pedro, que contempló la construcción de viviendas, tiendas y otros espacios públicos. Además, el plan incluyó la ampliación de la Avenida Lázaro Cárdenas, y la construcción de dos pasos a desnivel.

ARRANCAN LA OBRA

Entre protestas de vecinos de las colonias Loma Larga e Independencia, que serían reubicados, en agosto de 1994 comenzaron las obras inducidas del túnel.

Con la estimación de concluir en 11 meses, la construcción del túnel fue arrancada en septiembre de 1994.

Sin embargo, debido a la crisis económica de 1994, la empresa constructora del túnel se declaró en quiebra, y el proyecto tuvo que detenerse en mayo de ese año. El aumento en la inflación había disparado el costo en un 10 por ciento.

En abril de 1996 renunció Rizzo a la Gubernatura, en medio de conflictos en el Estado, cuando Ernesto Zedillo era Presidente en el País.

Los trabajos en el túnel se reactivaron el 25 de septiembre de 1996, luego de que Zedillo aceptara reestructurar la deuda total de Nuevo León y apoyar económicamente al Estado.

El 28 de mayo de 1997, Zedillo recorrió a pie el Túnel, además de inaugurar el paso a desnivel Lázaro Cárdenas-Diego Rivera, la primera obra terminada.

Un año después, el 24 de septiembre de 1997, se inauguró el cuerpo poniente del túnel, con circulación hacia Monterrey. Y en diciembre, ya con el panista Fernando Canales como Gobernador del Estado, se abrió el segundo cuerpo del túnel.

VE LA LUZ

PROYECTO INTEGRAL

GOTERAS ETERNAS

Las primeras goteras aparecieron en el túnel en mayo de 1999, y trabajadores del fideicomiso Fidevalle parcharon el techo para cubrirlas.

En octubre del 2002, especialistas alertaron por constantes filtraciones que podrían causar un daño estructural, y las autoridades, tras descartas riesgos, anunciaron que revisarían la estructura.

Tras las lluvias del huracán “Alex”, en julio del 2010, volvieron los fuertes escurrimientos, por lo que el Municipio de Monterrey anunció que solicitaría un diagnóstico técnico.

En junio de 2015, EL NORTE publicó que, pese a las cubiertas impermeables colocadas en algunas zonas, las goteras en el túnel habían elevado el riesgo para los conductores.

Por desprendimientos de concreto del techo, en octubre del 2016 el Municipio de San Pedro inició trabajos de remediación.

Y en esta semana, la caída de pedazos de concreto presuntamente por humedecimiento, volvió a encender las alertas por la condición del túnel.