PUJA EQUINA

Ernesto Sarabia, Jorge Nasser, Carlos Haghenbeck y Sthepanie Faraón

Una verdadera fiesta se vivió durante la cuarta edición de la Subasta Elite de Caballos Mexicanos de Salto, pues, con gran interés, las manos se alzaron para adquirir el mejor potro.

“Ésta en especial fue más alegre porque hubo mayor participación y se sintió un ambiente familiar, eso es lo que buscan los organizadores para que la gente se anime a comprar”, comentó, entre risas, Mario Oñate.

Mejoramos la calidad en sus exámenes veterinarios, metimos un comité de especialistas, estos potros tienen un excelente estudio”. ERNESTO SARABIA, anfitrión y jinete

Nicole Meyer y Antonio Chedraui

Eduardo Sánchez Navarro y Paulina Lebrija

Alberto Sánchez-Cozar y Ernesto Sarabia

Luego de vivir la adrenalina de la Longines FEI Jumping World Cup, los asistentes a Quin- tas Ecuestres arribaron a la puja organizada por Alberto Sánchez-Cozar y Ernesto Sarabia.

“Empezamos en 2018 y hemos crecido año con año, ya no sabemos dónde poner más sillas y gradas porque la gente no para de llegar, estamos muy contentos”, expresó Sarabia.

Ana Sofía Legorreta y Andrea Hernández

Esto lo hago por pasión, la cual me heredó mi papá, ahora yo la comparto con mi hija, Sofía, ella también sabe de líneas de sangre”.

Carla, Paula y Andrés Díaz con María García

Ya los invitados en sus lugares, la gran cortina roja cayó y entró el primer equino, de un total de 15, una hembra tordillo alzada de 1.74 metros, de un criadero belga invitado.

“Lo más importante es conocer la sangre del caballo, eso lo lees en el catálogo y ya aquí lo ves saltando en vivo, entonces, uno se fija en sus movimientos y detalles para que te des una idea de qué tanta fuerza tiene”, explicó la ex amazona Lucie Campech.

Daniela Werner y Gino Gamba

Miguel Marón, Fernanda de Cima, Mario y Mariano Oñate, Max Michel y Francisco Lomelín

Se vendieron los caballos más caros que el año pasado, los organizadores cada vez lo hacen mejor, yo ya he vendido anteriormente, así que espero volver a vender en la próxima edición”.

La subasta estuvo integrada por animales de 4 y 5 años de edad, en su mayoría criados en México, como los de Rancho Santa Rosa, liderado por Andrea Hernández, quien lleva 15 años en la industria, herencia de su papá, Roberto Hernández.

“Le ofrezco a los interesados un caballo de muy buena sangre por parte de ambos padres, pues hoy está comprobado que el 80 por ciento de la genética es de la madre, por eso es importante tener yeguas que salten alto, para tener una buena cría”, dijo la también filántropa.

Lucie Campech, Marilly Meyer y Georgina Kaye