Se ha comprobado que diversas variedades de queso de los Estados Unidos (cheddar añejado, suizo, brick, azul, edam, monterey jack, mozzarella, brie, gouda y el queso procesado) reducen el riesgo de caries dentales, que son el resultado de la destrucción del esmalte dental (por ejemplo, por desmineralización) a causa de la placa bacteriana dental que forma ácidos que fermentan los azúcares y almidones dietéticos.
Algunos estudios indican que el queso estadounidense no solamente previene la desmineralización por acidez del esmalte dental, sino que también promueve la re-mineralización de lesiones por caries, lo cual es posible gracias a la proteína, el calcio y el fósforo de este alimento.